Cada vez son más las personas que han descubierto en la meditación una manera de combatir el estrés y cada vez son más las empresas que incluyen el ‘mindfullness‘ (el derivado occidental de la meditación más comercialmente aceptado) en sus programas de motivación para empleados. Pero los beneficios de la meditación van mucho más allá de la mera relajación o de una puesta a punto de la mente para producir más y rendir mejor en el trabajo.
La meditación es una técnica milenaria que nos pone en contacto con nosotros mismos y con nuestro entorno inmediato, mientras nos libera de la exagerada presión que nuestra mente ejerce con su habitual flujo compulsivo de pensamientos. En otras palabras, la meditación atenúa el ruido mental para obtener una consciencia más clara. Esta práctica, orientada fundamentalmente a crear ese silencio interior mediante la focalización consciente de la atención, genera beneficios a todos los niveles, que sin duda producirán una respuesta agradecida de todo el organismo.
La ciencia ha empezado ya a detectar, reconocer y nombrar con claridad esos beneficios. Estos son los más destacados e interesantes:
1.Mejora el funcionamiento de algunas funciones mentales básicas.
2. Reduce la ansiedad, la depresión y el estrés.
3.Nos ayuda a controlar mejor nuestras emociones.
4.Desarrollo de la empatía y la compasión.
5.Fortalece el sistema inmunológico.
Algunos consejos para meditar
Meditar es una práctica aparentemente sencilla, pero requiere cierta disciplina, y sobre todo constancia.
Los expertos recomiendan buscar un lugar tranquilo y acogedor, libre de interrupciones y silencioso en la medida de lo posible. En cuanto a la postura del cuerpo, lo más importante es mantener la espalda recta, en una postura cómoda y equilibrada. Lo más recomendable es sentarse en el suelo, pero también se puede meditar en una silla o estando acostado (aunque ésta ultima opción incluye un mayor riesgo de quedarse dormido).
Una vez hayamos encontrado nuestra postura, lo importante es elegir «el objeto» de la meditación, aquello en lo que concentraremos la atención para interrumpir nuestra corriente habitual de pensamientos, es decir, para propiciar el silencio interior. A partid de ahí, todo es relajarse en esa actitud y dejarse llevar. Por supuesto, la mente no va a parar de intentar interferir; no suele guardar silencio voluntariamente. Ante eso, debemos mantener una actitud contemplativa: observaremos los pensamientos sin juzgarlos, y sin dejarnos llevar por su contenido; los observaremos como formas que surgen y se desvanecen, y volveremos tan pronto como podamos a poner toda nuestra atención en nuestro objeto de meditación.
Aunque no hay normas fijas y cada persona debe encontrar sus propios tiempos y ritmos, 20 minutos al día suelen ser una buena cantidad de tiempo para meditar, aunque la persona puede ir aumentando esta dedicación hasta los límites que considere adecuados. Para personas con poco o ningún entrenamiento en meditación, puede ser aconsejable empezar por tiempos más cortos.
David Romero
FUENTE: https://actualidad.rt.com/ciencias/212353-beneficios-meditacion-puede-traer
Esta entrada fue modificada por última vez el 6 de julio de 2016 a las 10:13 AM