Stephen Sefton
29 de junio 2025
Las criminales agresiones no provocadas contra la República Islámica de Irán han profundizado todavía más la crisis en las relaciones internacionales ya llevada a extremos sin precedentes por el genocidio israelí del pueblo palestino. Telesur ha citado un informe de la plataforma Dataverse de la Universidad de Harvard el cual pone la cifra de personas desaparecidas en Gaza desde el 7 de octubre 2023 en 377,000. Junto con las 56000 personas muertes registradas formalmente por las autoridades palestinas, esto implica que el genocidio sionista en Gaza ha cobrado la vida de más de 430,000 personas, siendo alrededor de la mitad niñas y niños.
Esta inimaginable catástrofe humana ya había demostrado el colapso completo del sistema de la Organización de las Naciones Unidas a que refirió el Comandante Daniel Ortega el pasado 23 de junio cuando dijo que la ONU es una burla para la humanidad y que debe desaparecer. Además, como explicó nuestro Comandante Daniel “en Naciones Unidas hay una cantidad de Organismos que sirven nada más de instrumentos de los Imperios, para apretarle la garganta, el cuello, a aquellos Pueblos que luchan por la Soberanía, por el Bienestar, por la Paz”.
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Después de todo, se trata de un sistema con sus sedes principales en las grandes ciudades norteamericanas y europeas. Durante décadas sus componentes agencias y organismos han sido deliberadamente cooptados y corrompidos por las clases gobernantes del Occidente en apoyo a las diversas formas de su despiadada agresión contra los países del mundo mayoritario que resisten su dominio. Así que muchas de las instituciones internacionales resfuerzan las ventajas neocoloniales de los países occidentales derivados de siglos de conquista, genocidio y esclavitud contra los pueblos del mundo mayoritario.
El compañero Serguei Lavrov, Canciller de la Federación Rusa, comentó en estos días, “Occidente está ejerciendo una gran influencia sobre las secretarías de las organizaciones internacionales. En algunos casos, es, en efecto, como si hubieran sido privatizados… El personal occidental en estos organismos, desde la ONU en adelante, a menudo ignora los principios de neutralidad y la prohibición de recibir instrucciones de algún gobierno nacional”. De hecho, el comentario del Canciller Lavrov reconoce una realidad que se ha venido empeorando progresivamente más desde la disolución de la Unión Soviética al fin de 1991.
Desde ese fatal momento histórico, se ha intensificado la colaboración de las organizaciones multilaterales y del mal llamado sector no gubernamental alrededor del mundo financiado directa e indirectamente por las élites gobernantes occidentales para servir los objetivos de su política exterior. En Nicaragua con la supresión de las ilícitas ONGs golpistas, el gobierno ha eliminado gran parte de la maquinaria de intervención imperialista en el país. Después, con su retiro de desleales organizaciones multilaterales como la UNESCO, la FAO y la ACNUR, nuestro gobierno tomó otro paso esencial en defensa de la soberanía nacional.
Las élites norteamericanos y europeos siempre han abusado su control de las organizaciones multilaterales con el fin de ingeniar pretextos para diversas formas de agresión, incluido el terrorismo, contra los países que han defendido su soberanía. Por ejemplo, en 1998 y 1999 la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa supuestamente actuaba para monitorear el conflicto en Kosovo. En verdad, sus miembros a menudo actuaban en apoyo a la limpieza étnica contra la población serba. Sus informes justificaron el bombardeo de Serbia por la OTAN durante varios meses en 1999, lo cual mató a miles de civiles serbos.
En Ucrania, desde el golpe en Kiev de 2014, miembros de la OCSE servían de espías para facilitar los ataques genocidas del régimen en Ucrania contra su población rusoparlante. Otro notorio ejemplo es la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas que fue manipulado por los gobiernos de la OTAN para condenar falsamente al gobierno de Siria por haber usado químicas letales contra civiles. Las falsas acusaciones de la OPAQ sirvían de manera importante para justificar tanto los bombardeos occidentales contra Siria como el apoyo financiero y militar a las fuerzas extremistas terroristas que finalmente derrocaron el gobierno de Siria el año pasado.
El Organismo Internacional de Energía Atómica siguió este patrón de mala fe al hacerse cómplice de la criminal agresión israelí del 13 de junio contra Irán. El día anterior al ataque, emitió una resolución acusando deshonestamente a Irán de no haber cumplido con sus compromisos bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear. Los subsiguientes ataques contra las instalaciones nucleares de Irán no solamente violaron directamente el derecho internacional sino violaron también varias resoluciones del mismo OIEA sobre la protección de la infraestructura nuclear. Sin embargo, de manera totalmente despreciable y vergonzosa, el OIEA no ha condenado los ataques.
Todavía peor que estas graves faltas, la agencia noticiera iraní FARS reporta que las autoridades iraníes acusan al OIEA de haber pasado información confidencial a Israel. El funcionario citado comentó, “el OIEA ha llegado ser un instrumento que sirve los objetivos del régimen sionista”. Se alega que, con esta información confidencial, el pasado 13 de junio las autoridades israelíes organizaron el asesinato terrorista con cohetes guiados de varios científicos nucleares iraníes junto con miembros de sus familias y familias vecinas. Estos últimos asesinatos han sido los más recientes de una serie de asesinatos similares cometidos desde 2010 por medio de coche bombas o francotiradores.
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Ahora el parlamento de Irán ha pasado una ley que suspende la cooperación del país con el OIEA. El Canciller iraní ha explicado que «El Parlamento de Irán ha votado a favor de detener la colaboración con el OIEA hasta que se pueda garantizar la seguridad de nuestras actividades nucleares… El OIEA y su director general son plenamente responsables de esta sórdida situación. La insistencia de Rafael Grossi en visitar los sitios bombardeados con el pretexto de las salvaguardias carece de sentido y posiblemente incluso tenga intenciones malignas»
Al final, las élites norteamericanas y europeas y su estado vasallo Israel no lograron ninguno de los objetivos de su agresión contra Irán. No derrocaron el gobierno. No destruyeron el programa nuclear iraní. No destruyeron la capacidad iraní de lanzar misiles. Y no destruyeron el papel esencial de Irán como apoyo al Eje de Resistencia a la ilegal ocupación de Palestina por el régimen sionista. Tampoco pudieron defender a Israel de la justa retribución de parte de Irán. Por primera vez en su historia, Israel y sus fuerzas de ocupación en Palestina sufrieron destrucción masiva de su infraestructura económica y militar.
Irán ha protegido su programa nuclear y seguirá su legítimo desarrollo, ahora sin la intromisión de los poderes occidentales por medio de la intervención desleal del OIEA. Los poderes occidentales no saben donde estará ubicado el uranio para poder volver a atacar el programa de enriquecimiento que es un derechos soberano de Irán para los usos civiles contemplados. Así que, por motivo de sus ataques no provocados, el Occidente colectivo e Israel se encuentran con mayor desventaja que su posición antes de la guerra que desataron contra Irán, cuando podían imponer sus dictados por medio del OIEA.
El coro occidental para justificar su criminal agresión contra Irán ha sido “Israel tiene el derecho de defenderse” o “Irán no puede ser permitido a enriquecer el uranio”. Sin embargo, todo el mundo mayoritario puede ver que fueron Israel y Estados Unidos que atacaron a Irán, no al revés. También todo el mundo mayoritario reconoce que Irán tiene el pleno derecho bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear de enriquecer el uranio para usos civiles. Así que las declaraciones de los gobiernos norteamericanos y europeos significan tanto su categórico rechazo del derecho internacional como su plena culpabilidad del supremo crimen internacional tal como el Tribunal de Núremberg caracterizó la agresión militar no provocada en 1945.
Para contrarrstar la mala fe occidental, desde hace más de veinte años, el mundo mayoritario ha venido desarrollado nuevas estructuras internacionales basado en el beneficio mutuo, la igualdad y el respeto para los intereses de los países. Las declaraciones de organizaciones del mundo mayoritario como BRICS+ y la OCS siempre insisten sobre la primacía del derecho internacional. Sin embargo, se ha demostrado constantemente durante las últimas décadas que las élites gobernantes del Occidente colectivo van a seguir actuando fuera de toda ley, burlándose de sus compromisos como miembros de las Naciones Unidas.
La reciente cumbre de la OTAN en la Haya, Holanda, y las repetidas declaraciones de su Secretario General, Mark Rutte, han dejado muy claro que el Occidente colectivo seguirá su agresión contra Rusia, contra Irán y está desarrollando su política de agresión contra China. Como comento la compañera María Zajárova de la Cancillería de la Federación Rusa, “La Cumbre en La Haya consolidó el regreso de la OTAN a sus “raíces”, al sentido original de su existencia. Otra vez, así como durante la Guerra Fría, el sentido radica precisamente en enfrentarse a nuestro país.” La cumbre de la OTAN coincidió con la cumbre de ministros de la defensa de la OCS en Qingdao, China, que incluía representantes de China, la India, Irán, Pakistán y Rusia.
Mientras los países de la OTAN promueven conflictos con Rusia, Irán y China, el enfoque de la cumbre de defensa de la OCS fue cómo avanzar en asegurar la paz y la estabilidad en la región eurasiática. El vocero de China, Zhang Xiaogang, afirmó la importancia de “construir una casa común caracterizada por la solidaridad y la confianza mutua, la paz y la tranquilidad, la prosperidad y el desarrollo, la buena vecindad y la amistad, y la equidad y la justicia, contribuyendo así a construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad». El contraste con el militarismo nihilista de la OTAN no puede ser más fuerte.
Los ataques contra Irán resaltan la mala fe y torpeza del Occidente colectivo. Hicieron falsas ofertas de negociaciones con Irán y aprovechó el buena fe iraní para lanzar acciones terroristas mortales dentro de Irán junto con múltiples bombardeos con misiles lanzados desde los aviones de guerra israelíes con apoyo logístico de los países de la OTAN. La criminal agresión no provocada y la vil decepción practicadas contra Irán repiten el engaño, agresión y terrorismo practicado por los países de la OTAN contra Rusia desde el fin de la Guerra Fría.
El resultado de toda la mala fe y torpeza del Occidente colectivo es que nadie en el mundo mayoritario respeta sus dirigentes ni confía en su palabra. Todos saben que no vale ningún acuerdo firmado con sus gobiernos. Como dijo de manera famosa el Che, “No se puede confiar en el imperialismo ni un tantito así, nada!” Y como dijo también nuestro Comandante Daniel, “No hay que bajar la guardia les decía a l@s Compañer@s, no hay que bajar la guardia, les dije, no hay que confiarse, porque el enemigo es el mismo al que hace 167 años Andrés le lanzó la piedra… ¡Sigue siendo el mismo!”
Esta entrada fue modificada por última vez el 28 de junio de 2025 a las 5:40 PM
