Introducción
En los años más convulsos del siglo XX, dos figuras titánicas del movimiento revolucionario mundial se encontraron en momentos clave de la historia: Gamal Abdel Nasser y Ernesto “Che” Guevara. En el día como hoy 30 de junio de 1959 y nuevamente en la primavera de 1965, sus caminos se cruzaron entre El Cairo y La Habana, en medio de luchas por la emancipación, la justicia social y la dignidad de los pueblos del Sur Global. Estos encuentros no fueron simples visitas diplomáticas, sino hitos históricos cargados de simbolismo, confrontación ideológica y respeto mutuo, que dejaron un legado duradero en los movimientos de liberación del Tercer Mundo.
Contexto histórico de los encuentros
Los reconocidos periodistas Mohamed Hassanein Heikal y Said El Shahat nos permiten sumergirnos en la profundidad de estos encuentros y rescatar sus momentos más humanos y los intensos diálogos ideológicos que mantuvieron.
Dos Caminos Revolucionarios que se Cruzaron
Gamal Abdel Nasser, líder de la Revolución del 23 de julio de 1952, derrocó la monarquía egipcia y sentó las bases para la república moderna en Egipto, inspirando a los pueblos árabes y africanos en su lucha contra el colonialismo. Al otro lado del Atlántico, en enero de 1959, la Revolución Cubana triunfó bajo el liderazgo de Fidel Castro y el Che, influenciada en parte por la experiencia nasserista.
En ese contexto se dio el primer encuentro entre ambos líderes, el 30 de junio de 1959, en el marco de una visita oficial de Guevara a Egipto como jefe de la delegación oficial cubana enviada por Fidel Castro. Años más tarde, en la primavera de 1965, se reunirían de nuevo, en un momento en que sus trayectorias revolucionarias habían madurado y sus visiones comenzaban a divergir.
Primer Encuentro: Junio de 1959
Explorando la Experiencia Egipcia
Objetivos y Contexto
Guevara llegó a Egipto en junio de 1959, pocos meses después del triunfo cubano, con el objetivo de estudiar la experiencia egipcia de reforma agraria. El Cairo era entonces epicentro de los movimientos de liberación africanos, y Nasser era un referente indiscutible en la lucha contra el imperialismo.
Recepción Oficial y Gestos Simbólicos
Nasser recibió a Guevara con todos los honores, incluyendo una cena en el Palacio de Koubbeh y una invitación a presenciar maniobras militares en el Mediterráneo. Sin embargo, Guevara, contrario al protocolo, buscó conectar con la población egipcia de forma directa, escapando ocasionalmente de sus escoltas para recorrer barrios populares y compartir con la gente común.
Visita a Gaza: Solidaridad Palestina-Cubana
El 18 de junio de 1959, Guevara realizó una visita no anunciada a la Franja de Gaza, entonces bajo administración egipcia, recorriendo campos de refugiados palestinos tras recientes ataques israelíes. Fue recibido con entusiasmo, y la visita consolidó lazos entre la causa palestina y la revolución cubana.
Uno de los puntos centrales del encuentro fue el intenso debate sobre la reforma agraria. Guevara criticó la falta de desplazamiento de clases privilegiadas tras la revolución egipcia, a lo que Nasser respondió que su objetivo no era eliminar personas, sino desmontar estructuras de poder. Esta diferencia marcaría una primera línea de contraste entre ambas visiones revolucionarias.
Segundo Encuentro: Febrero de 1965 – Diálogo Íntimo y Advertencias
Cambio de Percepciones
Para 1965, Nasser había superado sus reservas iniciales sobre la revolución cubana y mostraba admiración por su resistencia al imperialismo. Guevara volvió a Egipto, esta vez en un viaje más personal, marcado por una inquietud interna que Nasser percibió con claridad.
Reconocimiento y Discurso Público
Durante esta visita, Guevara fue condecorado con la Primera Orden de la República Árabe Egipcia. Posteriormente, ofreció un discurso público en Shibin El-Kom, destacando los logros industriales de Egipto y expresando su solidaridad ante cualquier agresión.
Diálogo Privado: Revolución y Muerte
En conversaciones privadas, Guevara confesó a Nasser su intención de abandonar Cuba para continuar la lucha revolucionaria en otros lugares del mundo. Nasser intentó disuadirlo, advirtiéndole sobre los riesgos de intervenir en África, especialmente en el Congo, por su apariencia extranjera y color blanco. Guevara, sin embargo, se mantuvo firme.
Diferencias Filosóficas
Los diálogos entre ambos líderes revelaron diferencias profundas: Nasser concebía la revolución como una etapa que debía dar paso al desarrollo institucional e industrial. Guevara, en cambio, defendía la revolución permanente, más allá de fronteras o cargos oficiales.
Legado e Impacto
A pesar de sus diferencias, ambos líderes compartían una visión común: la necesidad de liberar a los pueblos del colonialismo y construir sociedades más justas. Guevara, influenciado desde antes por el nasserismo, llegó a escribir un poema titulado Himno del Nilo tras la agresión tripartita (Inglaterra, Francia e Israel) contra Egipto en 1956, destacando la firmeza de ese país como fuente de inspiración.
La muerte del Che en 1967, en Bolivia, fue recibida por Nasser con profunda tristeza. Había intentado advertirle sobre los peligros de sus misiones internacionales, sin éxito. Su pérdida, sumada a la derrota árabe en la Guerra de los Seis Días ese mismo año, marcó un periodo oscuro en el ánimo del líder egipcio.
Lecciones y Reflexiones
Los encuentros entre Nasser y Guevara ofrecen enseñanzas valiosas para los movimientos sociales actuales:
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Reforma Agraria: El contraste entre eliminar privilegios (Nasser) o transformar radicalmente la estructura social (Guevara) sigue siendo relevante en el diseño de políticas sociales.
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Concepto de Revolución: ¿Debe la revolución institucionalizarse o mantenerse como una llama viva y desafiante? Esta tensión persiste en muchos procesos políticos contemporáneos.
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Respeto entre Diferentes: Ambos líderes demostraron que es posible debatir intensamente, disentir y aún así construir puentes, guiados por un objetivo común.
Conclusión: Dos Vidas, Un Compromiso
El encuentro entre Gamal Abdel Nasser y Ernesto Che Guevara no fue simplemente una reunión entre dos figuras célebres. Fue una declaración poderosa de que la revolución es un lenguaje común entre los pueblos oprimidos, más allá de diferencias culturales o geográficas. Desde las fábricas de El Cairo hasta las montañas de Sierra Maestra, sus luchas tejieron una historia de dignidad y esperanza.
Nasser lo dijo con claridad:
“No somos amantes de la guerra, pero no aceptamos la agresión ni toleramos la humillación.”
Y el Che lo reafirmó con convicción:
“La revolución es una lucha a muerte entre el futuro y el pasado.”
Este legado sigue vivo, no solo en los libros de historia, sino en cada corazón que aún cree en la justicia y se niega a rendirse.
Esta entrada fue modificada por última vez el 30 de junio de 2025 a las 3:00 PM