Por Stalin Vladimir Centeno
Hugo Chávez no murió. Cambió de trinchera. Dejó de caminar con botas de soldado para hacerse presencia, fuerza viva, causa que se multiplica en los pueblos que no se rinden. Este lunes 29 de julio, el pueblo nicaragüense se apresta a celebrar con memoria, con canto y con acción, el cumpleaños 71 del Comandante eterno de Venezuela, y lo hace como él nos enseñó: con la frente en alto, con dignidad y con amor revolucionario.
La compañera Rosario Murillo, Copresidenta de Nicaragua, lo dijo sin rodeos: “71 años cumple, porque no se ha ido, aquí está y vive su Legado, y caminamos ese Legado en América Latina, de Dignidad, de Liberación Nacional”. Y ese legado no es palabra suelta: está sembrado en las universidades del país, en los Centros Técnicos del INATEC que llevan su nombre, en los auditorios, en los barrios y calles donde la juventud propone, aprende, celebra, estudia y se organiza. Porque Chávez no es pasado. Chávez es impulso, es idea, es fuerza en movimiento.
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Fue Chávez quien rompió el cerco de la dependencia y del miedo. Fue el que encendió la chispa del ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, como respuesta valiente al proyecto neoliberal del ALCA. Fue el que nos habló con acento de pueblo y nos abrazó como iguales. El que levantó la voz de Bolívar para que volviera a retumbar en los Andes, en el Caribe y en Centroamérica.
Nicaragua lo reconoce como un hermano verdadero, no por discurso, sino por historia compartida. Chávez vino a Managua en 2007, a acompañar la toma de posesión del comandante Daniel Ortega, y lo hizo con emoción y compromiso. En la Plaza de la Revolución dijo fuerte y claro: “Hoy, Daniel, hemos vuelto, juntos, los pueblos de Sandino y Bolívar, a retomar la historia interrumpida”. Esa frase no se olvida. Y esa historia, aquí, sigue en marcha.
Nos apoyó en los momentos más difíciles. Envió plantas eléctricas cuando los apagones amenazaban con frenar el país. Entregó el primer tomógrafo moderno al Ministerio de Salud. Respaldó la Operación Milagro, que devolvió la vista a miles de nicaragüenses. Impulsó programas de salud, de educación, de comercio justo. Chávez no regaló: compartió. No asistió: se comprometió.
Y cuando en 2018 los enemigos de la paz creyeron que podían borrar símbolos sagrados, soñaron con llegar hasta el corazón de la Avenida Bolívar y destruir la figura del Comandante Chávez. Se lo imaginaron. Lo desearon. Lo planearon con odio. Pero no pudieron, no pasaron, no llegaron ni a unos metros. El alma de Chávez, desde allí mismo, se hizo gigante. Desde ese centro de la dignidad, de la luz, de la verdad, de la patria, los venció. Los derrotó.
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Sí, es cierto que algunos Árboles de la Vida fueron derribados por la furia del odio, del golpismo, pero también es cierto, y más poderoso aún, que hoy han renacido y se han multiplicado por todo el país. Volvieron a alzarse con más fuerza, con más luz, con más esperanza. Donde ellos vieron destrucción, nosotros sembramos vida. Donde quisieron apagar la llama, hoy florece un bosque de colores que honra la memoria, la paz y la esperanza de un pueblo que no se arrodilla.
Desde 2007, el Gobierno de la Compañera Rosario y del Comandante Daniel ha llevado adelante ese camino de justicia, paz y restitución de derechos que Chávez siempre defendió. Chávez creyó en Nicaragua porque conocía su dignidad, porque amaba a este pueblo, porque sabía que aquí hay conciencia y resistencia.
Hoy, cuando las universidades, los centros técnicos y la juventud se preparan para celebrar su cumpleaños 71, no lo hacen como una fecha más. Lo hacen con fuego en el corazón. Porque el legado de Chávez es hoy más necesario que nunca: soberanía, justicia, unidad y ternura con los más humildes.
Chávez está presente en cada aula que forma conciencia, en cada comunidad que siembra esperanza, en cada joven que alza la voz, en cada adulto mayor que camina con dignidad. Está en la palabra firme de nuestra Copresidenta, en cada paso de este pueblo que sigue luchando por un mundo mejor.
Por eso lo decimos alto y claro: Chávez cumple 71 años porque no se ha ido. Cumple promesa. Cumple destino. Cumple futuro. Desde esta Nicaragua que lo amó y lo sigue amando, lo celebramos con poesía, con flores, con coraje y con revolución. Comandante Chávez, aquí te cantaremos las mañanitas, con Rosario, con Daniel y este pueblo que te quiere.
¡Viva Chávez, corazón del pueblo! ¡Y muy pronto, feliz cumpleaños, hermano eterno!
Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de julio de 2025 a las 9:48 PM
