Sus rizos de cobre son la última sensación en el difícil mundo de la moda, no solo por su forma y color sino además por su largo. Sara Cath no tiene complejos y se muestra en las redes con una deliciosa flojera que le agiganta el mito.
En el mundo hay de todo e Internet no hace más que evidenciarlo. Sara escapa de las convenciones sociales de belleza -¿debieron existir alguna vez?- y se encarga de impresionarnos con su forma de ser.
No en vano supera con facilidad los cuarenta mil seguidores en Instagram, cifra chiquita que a la vez es grande no por lo que suma sino por lo que promete.
Fuente: N&L
Esta entrada fue modificada por última vez el 8 de noviembre de 2017 a las 1:00 PM