Por, Stalin Vladímir Centeno.
Este domingo se cumplen 21 años de la creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, Tratado de Comercio de los Pueblos, conocida como ALBA-TCP, fundada el 14 de diciembre de 2004 en La Habana mediante la firma de una Declaración Conjunta y el Acuerdo para su Aplicación por los líderes históricos Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, ahora liderando las batallas, pero desde otro plano de vida, en un momento atravesado por la ofensiva continental de los tratados de libre comercio y por la necesidad urgente de construir una integración distinta para América Latina y el Caribe.
El ALBA nació como una propuesta de unidad regional basada en la solidaridad, la complementariedad, la cooperación y la justicia social, situando al ser humano en el centro del proceso de integración y no al mercado, con el objetivo de garantizar el desarrollo integral, la autodeterminación, la independencia y la identidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños, retomando una tradición histórica de pensamiento emancipador que atraviesa a Bolívar, Martí, Sucre, San Martín, Morazán y Sandino.
La propuesta fue anunciada públicamente por Hugo Chávez en 2001 durante la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en Isla de Margarita, cuando planteó que la integración era una condición de supervivencia para los pueblos de la región, y tomó forma definitiva en 2004 en Cuba, cuando en La Habana fue firmada la Declaración Conjunta y el Acuerdo para la Aplicación del ALBA por Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, como una alternativa concreta frente al Área de Libre Comercio de las Américas, proyecto que finalmente fue derrotado por la movilización política y social del continente. En abril de 2006 el ALBA se fortaleció con la incorporación del Tratado de Comercio de los Pueblos a solicitud del entonces Presidente boliviano Evo Morales, consolidando un modelo de intercambio solidario y complementario entre los países miembros, donde el comercio y la inversión fueron concebidos como herramientas al servicio del desarrollo y no como fines en sí mismos, rompiendo con la lógica tradicional de los acuerdos comerciales.
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Nicaragua se incorporó al ALBA-TCP en enero de 2007 y desde entonces ha sido parte activa de este mecanismo de integración, participando en sus instancias políticas, sociales y económicas, con el liderazgo y la visión permanente de la Compañera Rosario Murillo y la experiencia del Comandante Daniel Ortega en los espacios de concertación regional, reafirmando así el compromiso del país con la unidad latinoamericana, caribeña, y con los principios fundacionales de la Alianza. A lo largo de estos 21 años el ALBA-TCP ha desarrollado programas sociales de gran alcance en áreas estratégicas como la salud y la educación, entre ellos iniciativas de cooperación educativa y alfabetización que permitieron declarar territorios libres de analfabetismo a países como Venezuela y Bolivia, y que contribuyeron a fortalecer y sostener los avances históricos alcanzados por Nicaragua desde la década de los ochenta, así como la Misión Milagro que devolvió la vista de forma gratuita a millones de personas en distintos países de la región.
La Alianza también impulsó la formación de miles de profesionales de la salud en la Escuela Latinoamericana de Medicina con sedes en Cuba y Venezuela, promovió estudios clínicos y psicosociales para atender a personas con discapacidad y organizó los Juegos Deportivos del ALBA como un espacio de integración cultural y deportiva entre los pueblos del bloque. En el plano económico el ALBA-TCP avanzó en la construcción del Espacio Económico del ALBA aprobado en 2012, una iniciativa orientada a fortalecer las capacidades productivas de los países miembros, reducir desigualdades, promover inversiones regionales y defender el derecho de los Estados a orientar sus estructuras económicas en función de las necesidades sociales y del buen vivir.
Actualmente el ALBA-TCP está integrado por diez países miembros plenos entre ellos Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Santa Lucía, manteniendo además vínculos de cooperación con otros países invitados y mecanismos complementarios como PETROCARIBE. A 21 años de su fundación este domingo, el ALBA-TCP continúa funcionando como un espacio de articulación política, social y económica de América Latina y el Caribe, con una trayectoria definida por la cooperación solidaria, la respuesta conjunta ante emergencias, la defensa de la soberanía y la construcción de una integración regional basada en la unidad de los pueblos y en la historia compartida de sus luchas populares.
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En el escenario internacional actual, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América enfrenta una etapa de alta presión geopolítica, atravesada por una agresión bélica permanente de Estados Unidos en el Caribe, el asedio naval y militar contra Venezuela, la Venezuela de Bolívar y Chávez, además del bloqueo económico total contra Cuba, la Cuba de Fidel y Martí, y por si eso no fuese suficiente, el recrudecimiento de sanciones contra la Nicaragua de Sandino, de Rosario y de Daniel, como parte de una estrategia histórica de dominación que busca quebrar los procesos soberanos de la región.
Frente a esa realidad, el ALBA se mantiene como una plataforma de articulación política y económica que reafirma la voluntad de sus pueblos de no retroceder, de sostener la integración solidaria y de avanzar en una visión multipolar del mundo. En esa ruta, Nicaragua, Cuba y Venezuela han profundizado relaciones estratégicas con potencias emergentes como China y Rusia, entendidas como una decisión de fondo orientada a romper la dependencia histórica, diversificar alianzas y defender el derecho de los pueblos a decidir su propio modelo de desarrollo sin imposiciones externas. El ALBA se mueve así en una correlación de fuerzas compleja, donde la integración funciona como una herramienta concreta de resistencia, cooperación y afirmación soberana frente a un sistema internacional que intenta imponer por la fuerza un orden unipolar que ya no representa a la mayoría de la humanidad.
Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de diciembre de 2025 a las 9:15 PM



