Por Stalin Vladimir Centeno
El 2 de febrero de 2026 se cumplirán los cien años del nacimiento del Cardenal Miguel Obando y Bravo, una fecha que ya se anuncia desde ahora en Nicaragua como el centenario de una vida que atravesó casi todo un siglo de historia nacional entre terremotos, dictaduras, guerras, procesos de paz, reconciliaciones profundas y un acompañamiento permanente al pueblo en sus horas más difíciles y también en sus horas de reconstrucción.
Miguel Obando y Bravo nació en La Libertad, Chontales, el 2 de febrero de 1926 y desde muy joven abrazó la formación salesiana inspirado en San Juan Bosco, se formó en varios países de América Latina y regresó a su patria para ejercer como educador, sacerdote y luego como guía espiritual, hasta asumir en 1970 como Arzobispo de Managua, un cargo que lo puso en el corazón de una Nicaragua golpeada por la tragedia y la confrontación.
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En diciembre de 1972, cuando el terremoto derrumbó Managua y dejó a miles de familias en la intemperie, el cardenal caminó durante horas entre escombros, el polvo y el dolor, auxiliando heridos, dando consuelo, rezando junto a quienes lo habían perdido todo, aquella imagen del pastor cubierto de polvo quedó grabada para siempre en el alma de la gente como símbolo de cercanía real con el sufrimiento del pueblo.
En los años de la dictadura somocista y durante la guerra posterior, su nombre estuvo ligado a mediaciones complejas, liberaciones de prisioneros, secuestros, crisis humanitarias y contactos entre fuerzas enfrentadas, me refiero al sandinismo y la contra. Su presencia sirvió muchas veces para abrir caminos donde solo habían obstáculos, corredores de diálogo donde solo había fusiles y odio.
Durante los procesos de paz de la década de los años noventa y luego en la etapa posterior al retorno del Frente Sandinista al Gobierno, el cardenal mantuvo su papel como figura de consenso nacional, hasta ser declarado por ley de la República Prócer de la Paz y la Reconciliación en marzo de 2016, como un reconocimiento del Buen Gobierno Sandinista a un pastor verdadero, un reconocimiento que quedó inscrito en el marco jurídico de Nicaragua como testimonio también de una vida entregada a la concordia.
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En los años más recientes, el cardenal acompañó de manera directa el proceso nacional desde la Comisión de Verificación, Reconciliación, Justicia y Paz, recorriendo barrios, comunidades y municipios, acompañando programas sociales, obras públicas, hospitales, escuelas y proyectos destinados a las familias más humildes, convencido de que la paz también se construye con justicia social y dignidad.
En ese mismo periodo sostuvo una relación muy cercana, hasta me atrevería a decir de amistad y de admiración mutua con la Compañera Rosario Murillo, hoy Co-Presidenta de Nicaragua con quien compartía la visión de la paz como base de toda transformación y con quien coincidía en que la reconciliación debía ser un acto permanente de la vida nacional, no solo un episodio del pasado, ambos trabajaron arduamente, día y noche sin descanso hasta hacerla realidad y esa es la paz que hoy el pueblo Nicaragüense sigue disfrutando.
Desde esa convicción el Cardenal, también apoyó al Comandante Daniel Ortega como Presidente de la República, otorgando su voto electoral de respaldo a la fórmula Presidencial Sandinista Daniel-Rosario y su voto de confianza al proyecto de Buen Gobierno al considerarlo el camino que garantizaba estabilidad, paz y atención prioritaria a los más pobres de Nicaragua.
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Durante la violencia criminal de 2018, ya debilitado en su salud y desde su lecho de enfermedad, el cardenal se mantuvo atento a la realidad nacional, yo tuve la dicha de gozar de su cariño y su amistad y me manifestaba estar muy triste por el rumbo descarriado que habían escogido los obipos y el nuevo Cardenal con una actitud partidaria y alejada de Dios y del pueblo. El Cardenal Obando, también rechazó contundentemente el intento de golpe de Estado, se pronunció a favor del diálogo y lamentó profundamente que sectores juveniles se hubieran dejado arrastrar por el interés al dinero y al poder político y eligieran la destrucción, los tranques de la muerte y el derramamiento de sangre, precisamente él que había sido siempre un promotor y defensor de la juventud.
En esos días finales de su vida, el cardenal expresó su preocupación por el rumbo que tomaban los acontecimientos, defendió la legitimidad del Gobierno sandinista y sostuvo hasta el final su apuesta por la paz como único camino para que Nicaragua no regresara a los abismos de la guerra entre hermanos que tanto dolor había dejado en décadas anteriores.
El 3 de junio de 2018 el único máximo líder que ha tenido la Iglesia Católica de Nicaragua y por lo que veo no habrá otro, partió de este plano de vida a los 92 años, dejando tras de sí un país dibujado por su huella espiritual, social y política, un país que lo despidió como pastor, mediador, reconciliador y como figura central de los procesos más complejos de la historia reciente. Hoy, a las puertas del centenario de su nacimiento, Nicaragua vuelve la mirada hacia esa vida larga, intensa y cargada de responsabilidad histórica, una vida que atravesó casi cien años de transformaciones profundas y que permanece latente en la mente del pueblo, como referencia permanente de diálogo, entendimiento y reconciliación.
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Así lo recordó también la Compañera Rosario Murillo en su reciente mensaje del miércoles al pueblo nicaragüense, al anunciar los preparativos del centenario con sus propias palabras cuando dijo “Ayer recibimos un bonito, hermoso plan para celebrar los 100 años del Cardenal de la Reconciliación y la Paz”, y agregó “100 años de vida verdadera, la vida en este plano, la vida en el otro plano, el 2 de febrero, y se preparan actos de reconocimientos en la UNICA y en todo el país”, señalando además que se realizarán “actos en la Asamblea Nacional, actos de Estado, actos eclesiales y actos allá donde nació, donde vio la luz el Cardenal Miguel Obando y Bravo, Cardenal, su eminencia de la Reconciliación y la Paz”.
Esta entrada fue modificada por última vez el 27 de noviembre de 2025 a las 2:44 PM


