Emprender una nueva actividad comercial con la que lograran sentirse útiles y alcanzar independencia económica fue lo que motivó a un grupo de 32 mujeres artesanas del municipio de San José de Cusmapa, quienes desde hace diez años se dedican a la elaboración de artesanías a base de acícula (hoja) de pino, hermoso árbol de común presencia en dicho sitio.
En su mayoría las protagonistas de la Cooperativa Rafael María Fabreto son mujeres que durante las mañanas realizan sus actividades domésticas y en el caso de algunas se desempeñan en otras labores, pero al caer la tarde, se dan cita en su taller y en conjunto elaboran piezas como jarrones, bisutería, canastos y centros de mesa, las que debido a su acabado han logrado aceptación.
“Acá elaboramos canastas de pino con diferentes diseños, colores, para luego ser comercializadas, nosotros tenemos una dinámica, la cual consiste en elaborar la pieza, luego llenamos un expediente por producción y al momento de cumplir con algún pedido grande unimos más esfuerzos para alcanzar la meta. La gente viene acá y muchas veces traen sus diseños para que nosotros se las elaboremos, logrando a su vez un nuevo conocimiento”, refirió María Elsa Díaz, presidenta de la cooperativa.
Poco a poco el taller de mujeres se posiciona y es una referencia en su municipio, a tal punto que turistas nacionales y extranjeros buscan en Cusmapa un hermoso souvenir elaborado a base de pino, pues con sus manos laboriosas están creando tendencia en el mercado.
“Siempre tratamos de no repetir los diseños, estamos trabajando en piezas más grandes y hemos venido dándole un valor agregado a las piezas pues combinamos el barro con el pino, logrando resultados muy bonitos. Gracias a Dios y a nuestro esfuerzo estamos saliendo adelante junto a nuestras familias, ya no somos dependientes, sino que estamos siendo agentes de cambio en la comunidad”, destacó Díaz.
Hoy la vida de estas mujeres ha tomado un giro inesperado, su talento lo han fortalecido con la tecnificación brindada por organizaciones homólogas y la promoción que reciben por parte del Gobierno Local, quienes las han incluido en las ferias interdepartamentales y locales, así mismo, se están posicionando en mercados internacionales como Estados Unidos, España y Costa Rica.
“Para nosotros es una bendición contar con los árboles de pino en nuestra comunidad ya que con la misma estamos saliendo adelante y supliendo gastos económicos, al inicio fue difícil porque éramos un grupo pequeño, sin acreditación, ni experiencia, pero con el tiempo aparecieron amigos que nos apoyaron hasta constituirnos como una cooperativa. A la fecha hemos logrado avances sustanciales, yo me profesionalicé como enfermera, pero lo más importante es que somos ejemplo para otras mujeres”, destacó Rosario Marín.
Las mujeres emprendedoras también generan empleos indirectos, pues debido a su falta de tiempo libre no pueden ir a colectar las hojas de pino, por ello compran la materia prima a los niños de la comunidad.
“Muchos niños de la comunidad nos venden los moñitos de acícula en dos córdobas, nosotros se los compramos como una manera de ayudarle a ellos y de enseñarles a realizar actividades que los benefician. Gracias a Dios y a ese esfuerzo de grupo, hoy Cusmapa es una referencia en cuanto a las artesanías de pino”, añadió Marín.
A largo plazo las artesanas esperan ampliar su mercado, colocar sus productos en más establecimientos del país y aumentar sus exportaciones pues a la fecha envían al extranjero un total de 300 piezas por mes.
Esta entrada fue modificada por última vez el 7 de marzo de 2017 a las 9:17 AM