El que se mete, con Maduro y Venezuela, se seca

Imagen Cortesía / Portada de Stalin Magazine.

Por, Stalin Vladímir Centeno.

En Managua, la voz de Nicaragua volvió a resonar con fuerza y con nombre propio. La Compañera Rosario Murillo y el Comandante Daniel Ortega enviaron un mensaje directo, sin rodeos, al Presidente Nicolás Maduro:

Nicolás, Hermano, Valiente Hijo de Chávez, Valientísimo Hijo de Bolívar: Somos la misma Raza; Somos la misma Sangre; Somos Nuestroamerican@s y Caribeñ@s, Siempre Más Allá, defendiendo la Patria Grande, Nuestras Patrias, y ningún improperio, ninguna ocurrencia, ninguna demencia, ningún Imperio, nos doblega, porque Ni Nos Vendemos, Ni Nos Rendimos, ¡Jamás! Somos de Patria Libre, Soberana… y esta, la Soberanía, no la discutimos, nada más la defendemos. ¡Adelante, Nicolás… Adelante, Venezuela… Vamos a Vencer… Estamos Venciendo… Lo sabemos!

Ese respaldo nicaragüense se suma a una corriente firme y creciente de solidaridad continental. Es la confirmación de una alianza viva, de una fraternidad que ha compartido victorias y resistencias. Desde Managua se habla con claridad: no hay fuerza capaz de doblar a un pueblo que se sabe dueño de su destino, y mucho menos a un Presidente que ha sabido mantener en alto la voz de la Revolución Bolivariana.

La condena también llegó desde la trinchera regional. El ALBA-TCP, en un pronunciamiento contundente, denunció la agresión como un acto mitómano, vulgar y violatorio del derecho internacional. No se trata solo de una acusación contra un hombre; es un ataque calculado para golpear a un país entero, para sembrar dudas, para distraer al mundo de los crímenes que otros cometen con total impunidad.

Desde La Habana, Miguel Díaz-Canel dejó claro que Cuba no se calla frente a esta maniobra. Denunció las medidas unilaterales, las calificó de fraudulentas y recordó que la legitimidad de Maduro no la decide ningún poder extranjero. Evo Morales, desde Bolivia, fue igual de directo: el imperio quiere apoderarse de los recursos de Venezuela, pero la Revolución Bolivariana vencerá.

En medio de esta ofensiva, una figura sobresale por su cinismo: la Fiscal estadounidense Pam Bondi, militante del Partido Republicano, conocida por su historial de favores políticos y maniobras mediáticas. Su proceder contra el Presidente Maduro revela un uso descarado del poder judicial como arma política. Busca complacer a los sectores más radicales de Washington y repetir acusaciones falsas que solo muestran lo podrido y corrupto que está el sistema judicial de Estados Unidos, donde la ley se dobla al capricho del poder.

Y hay que ver de dónde vienen esas acusaciones: de un Estados Unidos que tiene como actual Presidente a Donald Trump, quien ha enfrentado múltiples procesos judiciales y ha sido condenado por delitos graves; de la nación que fue la primera en lanzar bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, asesinando a miles de civiles; que inventó mentiras para invadir Libia y saquear sus riquezas; que armó la farsa de las “armas de destrucción masiva” para destrozar Irak y apoderarse de su petróleo; que ha invadido países, provocado guerras, destruido economías y causado la muerte de millones alrededor del mundo. Y, encima, es el mayor consumidor de drogas del planeta, con un historial comprobado de acciones terroristas en distintas regiones. ¿De qué moral puede hablar Estados Unidos? No tiene autoridad para señalar a nadie.

Dentro de Venezuela, las voces se multiplicaron en defensa del Presidente.

El Ministro de Defensa, Vladimir Padrino, recordó que el país es un muro de contención frente a las amenazas externas y que este tipo de ataques son parte de una estrategia repetida para intentar quebrar la moral de un pueblo. El canciller bolivariano, Yván Gil, habló de “show ridículo” y “cortina de humo”, desmontando con firmeza la campaña contra el presidente.

Es imposible no ver el patrón: cada vez que Venezuela avanza en unidad y estabilidad, el guión de la agresión se repite. Cambian las palabras, cambian los rostros, pero no cambia el objetivo: socavar la Soberanía y tratar de aislar a un país que no se ha rendido ni un solo día. Hoy, ese guión ha vuelto a ponerse en marcha. Pero lo que no calculan quienes lo escriben es que Venezuela no está sola.
Está acompañada por pueblos y gobiernos que saben distinguir entre justicia y abuso, entre verdad y mentira.

Por su parte el Fiscal General de Venezuela, Tarek William Saab, calificó la maniobra de Washington como “grotesca e infame”, una violación flagrante del derecho internacional y un acto propio de regímenes coloniales ya repudiados por la historia.

En la concentración de este pasado viernes, el Presidente Nicolás Maduro fue contundente: “El que se mete con Maduro y con Venezuela se seca, se seca para siempre”.

Esta entrada fue modificada por última vez el 9 de agosto de 2025 a las 6:40 PM