La infidelidad se refiere, popularmente, a las relaciones afectuosas del tipo romántico, a corto o largo plazo, establecidas con personas distintas del vínculo oficial que a menudo se mantienen en secreto por considerarse como una amenaza a la institución familiar.
Aunque de acuerdo con el DRAE el vocablo (proveniente del latín infidelĭtas, -ātis) denota el incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de ésta.
Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica.
La infidelidad amorosa, acepción con la que frecuentemente se asocia el término, es descrita, grosso modo, como la falta al pacto normativo que limita el número de personas involucradas en una relación amorosa o erótica y, por tanto, la prohibición de mantener otras de forma paralela, sean ocasionales o continuas.
Hay un dicho muy conocido que es “quien busca encuentra” y es verdad, cuando estamos en constante búsqueda de cosas para culpar a los demás por cosas que tenemos en nuestra cabeza sobre todo en las relaciones, podremos encontrar algo que no nos va a gustar, al final nadie nos pertenece y esta es la prueba total que esto es cierto.
Esta chica trato de pasarse de lista probando a su novio y ver qué tan fiel era, lo que nunca se imaginó era que este tipo de situaciones muchas veces no salen como las planeamos ni como queremos. Existe la posibilidad de que él la engañara, digo por algo quiso ponerlo a prueba.
Todo comenzó cuando el chico, un técnico en computadoras, fue a hacer una revisión a domicilio, pero la chica que estaba salió en toalla, luego en una bata de seda, provocando al hombre, al principio parecía como que él no iba a acceder, pero al final terminó cayendo en la trampa, pero nunca se esperó lo que pasó.
Fuente: N&L
Esta entrada fue modificada por última vez el 9 de noviembre de 2017 a las 3:10 PM