El béisbol de las Grandes Ligas está de luto tras confirmarse el fallecimiento de Bobby Jenks, ex lanzador relevista de los Medias Blancas de Chicago, recordado especialmente por haber conseguido el último out de la Serie Mundial de 2005, que le dio al equipo su primer título en 88 años.
Jenks, quien falleció a los 43 años tras enfrentar una enfermedad avanzada, fue una figura clave en aquel inolvidable equipo dirigido por Ozzie Guillén, que barrió a los Astros de Houston en cuatro juegos para coronarse campeones.
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Su presencia dominante en el montículo, con rectas que superaban las 95 millas por hora, lo convirtió rápidamente en uno de los cerradores más confiables del béisbol a mediados de la década.
En la temporada 2005, Jenks debutó en las Grandes Ligas y se convirtió en pieza fundamental durante la postemporada. Su temple bajo presión y efectividad en momentos críticos le ganaron el respeto de compañeros, rivales y aficionados. Registró dos salvamentos en esa Serie Mundial y se encargó de realizar el último out en el Juego 4, retirando a Orlando Palmeiro para sellar la histórica victoria de los White Sox.
A lo largo de su carrera en MLB, que se extendió de 2005 a 2011, Bobby Jenks acumuló 173 salvamentos y fue seleccionado al Juego de Estrellas en dos ocasiones (2006 y 2007). Sin embargo, múltiples lesiones, incluidas intervenciones quirúrgicas en la espalda, afectaron su carrera y eventualmente lo alejaron del diamante.
Tras su retiro, Jenks enfrentó diversos desafíos personales y de salud, pero siempre será recordado por su papel fundamental en uno de los momentos más icónicos del béisbol moderno: el renacer de los Medias Blancas de Chicago después de casi nueve décadas sin campeonato.
La organización de los White Sox y excompañeros de equipo han expresado sus condolencias por la pérdida de uno de los grandes relevistas de su generación.
Esta entrada fue modificada por última vez el 5 de julio de 2025 a las 4:58 PM
