Por: Ramin Zare, Embajador de Irán en Nicaragua
El cobarde ataque y la agresión injustificable del régimen sionista de Israel contra la soberanía nacional y la integridad territorial de la República Islámica de Irán tuvo lugar la mañana del viernes 13 de junio de 2025. Durante este ataque, el régimen ilegítimo de Israel bombardeó zonas residenciales y núcleos poblacionales del territorio iraní, lo que causó la muerte de un número de civiles indefensos, científicos, altos mandos militares y sus familias inocentes.
Este régimen falso, que ha demostrado reiteradamente no tener límite alguno a la hora de asesinar mujeres y niños indefensos, violando todas las normas y estándares internacionales, ha cruzado una vez más las líneas rojas, continuando con la masacre del pueblo indefenso de Gaza y la Palestina ocupada. Esta vez atacó zonas urbanas e instalaciones nucleares pacíficas de Irán, las cuales están bajo estricta supervisión y salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en un acto que constituye un crimen prohibido bajo cualquier circunstancia según el derecho internacional.
Este ataque se produjo mientras, tras la salida ilegal de Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) el 8 de mayo de 2018, y en el marco de nuevos esfuerzos para alcanzar un acuerdo, la República Islámica de Irán, en muestra de su buena voluntad y del carácter absolutamente pacífico de su programa nuclear, había celebrado cinco rondas de negociaciones y se preparaba para una sexta ronda en Mascate (Omán).
Una vez más, esta agresión del régimen fue recibida con indiferencia por parte del Consejo de Seguridad de la ONU. Algunos países europeos, como Alemania e Italia, liderados por Estados Unidos, en lugar de señalar al verdadero culpable, respaldaron de forma descarada esta agresión y criticaron la legítima defensa ejercida por Irán.
La República Islámica de Irán, con base en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ejercerá su legítimo derecho a defenderse con toda su fuerza frente a esta violación de su soberanía y territorio, y hará que el agresor se arrepienta. Esta agresión del régimen sionista no habría sido posible sin la luz verde y el respaldo de Estados Unidos. Además, Irán dispone de pruebas y documentos que confirman la implicación directa de fuerzas estadounidenses en la región.
Si Estados Unidos no hubiera tenido participación, habría condenado este ataque del régimen sionista contra otro país y sus instalaciones nucleares pacíficas.
- También puedes leer: Danilo Rosales, sigue salvando vidas, desde el hospital que lleva su nombre
Desde la perspectiva de Irán, Estados Unidos es cómplice de este crimen contra la humanidad y debe asumir las consecuencias. El ataque de Israel a los centros económicos y poblacionales de diversas ciudades iraníes es una acción extremadamente peligrosa, que busca extender el conflicto a toda la región del Golfo Pérsico.
Esperamos que la comunidad internacional preste atención suficiente, considere las consecuencias y tome medidas concretas para detener esta violación flagrante del derecho internacional. Esta es la mejor vía para alcanzar la paz y la seguridad mundial.
Aunque la mayoría de países miembros del Consejo de Gobernadores del OIEA condenaron el ataque israelí contra infraestructuras nucleares iraníes, estas acciones no son suficientes. Se requieren medidas urgentes por parte de países, instituciones y organismos internacionales para frenar al régimen barbárico y criminal de Israel.
La República Islámica de Irán es un país amante de la paz. Catorce informes del OIEA confirman el carácter pacífico de su programa nuclear. Irán es miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y otros acuerdos internacionales sobre desarme, bajo salvaguardias del OIEA.
Por el contrario, Israel no es miembro del TNP ni de tratados de desarme. Posee un programa nuclear militar secreto, fuera del control del OIEA, y cuenta con más de 200 ojivas nucleares, una grave amenaza para la paz regional e internacional.
La legítima defensa de Irán continuará hasta que el agresor detenga su ofensiva armada. La decisión corresponde al Estado que se defiende.
La guerra impuesta por Israel contra la nación iraní es un ataque al pasado, presente y futuro de cada iraní. La resistencia es un deber de todo iraní digno.
Los pueblos honorables y libres de Irán y Nicaragua, han aprendido lecciones comunes de sus historias y civilizaciones.
¡Al agresor hay que darle una lección para que no vuelva a pensar en atacar!
¡Viva Irán! Viva Nicaragua! Y vivan todos los pueblos libres del mundo!
Esta entrada fue modificada por última vez el 17 de junio de 2025 a las 6:29 PM