Mensaje de Nicaragua en foro «Los Crímenes del colonialismo en la historia de la humanidad: De las heridas de la memoria colectiva a la exigencia de justicia histórica»

Imagen Cortesía / FSLN, Cro. Johnny Hodgson.

MANAGUA – NICARAGUA / El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), emitió un discurso en el foro «Los Crímenes del colonialismo en la historia de la humanidad: De las heridas de la memoria colectiva a la exigencia de justicia histórica», en Argelia.

A continuación, nota íntegra del Gobierno de Nicaragua:

EN ARGELIA, FORO “LOS CRÍMENES DEL COLONIALISMO EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD: DE LAS HERIDAS DE LA MEMORIA COLECTIVA A LA EXIGENCIA DE JUSTICIA HISTÓRICA”

Discurso FSLN / Johnny Hodgson

 Hermanas y Hermanos, Compañeras y Compañeros,

 Permítanme iniciar transmitiendo Saludos Fraternos al Compañero Abdelmadjid Tebboune, Presidente de la República Argelina Democrática y Popular, de parte de los Co Presidentes de la República de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega y Compañera Rosario Murillo, expresando a la vez nuestras más sinceras felicitaciones al Hermano Pueblo y Gobierno Argelino al conmemorarse el 63 Aniversario de la Independencia, el próximo 5 de julio, fecha histórica que celebra la victoria definitiva de la Revolución y el triunfo de la autodeterminación y la resistencia frente a una de las potencias coloniales más arraigadas, inspirando a movimientos de liberación en África, Asia, América Latina y el Caribe.

Agradecemos especialmente al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Ministerio de Mojahedin y Derechos Habientes, por la calurosa invitación a participar en este importante encuentro. Nos sentimos honrados de participar en representación del Pueblo Nicaragüense, que no sólo es testigo de la historia, sino valiente heredero de una memoria colectiva que clama justicia. Una memoria que obliga a denunciar, los crímenes incalculables del colonialismo y el imperialismo, sistemas rapaces y extractivos que han expuesto y continúan exponiendo a civilizaciones enteras al genocidio, al exterminio cultural, a la esclavitud, a la pobreza más abyecta y al subdesarrollo.

El Pueblo Nicaragüense, Amante de la Libertad Y Defensor de la Paz, no puede voltear la mirada cuando se habla de las cicatrices profundas que el colonialismo ha dejado en el alma de nuestras naciones. Hablamos de genocidios sistemáticos y de poblaciones diezmadas. Hablamos de un exterminio cultural donde idiomas fueron prohibidos, creencias perseguidas y tradiciones ancestrales ridiculizadas o erradicadas, todo en nombre de una supuesta “civilización” que, en realidad, era la barbarie disfrazada de progreso. Hablamos también de la esclavitud, esa mancha imborrable en la historia de la humanidad, que arrancó a millones de sus hogares, los encadenó y los sometió a una vida de tortura y servidumbre para alimentar las arcas de los imperios coloniales.

El gran revolucionario Frantz Fanon, describe al colonialismo como un modelo de dominación que impone, a través de la violencia, la creencia de la superioridad racial blanca-europea por sobre las demás razas o etnias. Argumenta también que la violencia anticolonial adquiere un potencial emancipatorio para los pueblos oprimidos, que obliga al ser humano a reinventarse y a romper con las cadenas físicas y psicológicas impuestas por el opresor.

Es por ello, que una y otra vez, en medio de la sombría narrativa de la opresión, surge el resplandor de la resistencia, la inquebrantable voluntad de los pueblos por su liberación.

En ese capítulo glorioso de la lucha anticolonial ocupa un lugar destacado la gloriosa Revolución Argelina y la lucha victoriosa del Frente de Liberación Nacional (FLN). El Pueblo Argelino, bajo el yugo colonial francés por más de 130 años, libró una guerra de liberación sin cuartel, convirtiéndose en fuente de inspiración inagotable para movimientos revolucionarios en todo el mundo, en particular para el Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Pueblo Nicaragüense que se preparaba para protagonizar su propio Movimiento Revolucionario en contra de la dictadura somocista y el imperialismo estadounidense.

La Victoria de la Revolución Argelina no fue solo la de un Pueblo contra un Imperio, fue la afirmación de que la Dignidad y la Autodeterminación no son negociables, que la voluntad de un Pueblo Libre es invencible. La brutalidad de la represión francesa, que cobró más de 1.5 millones de Vidas inocentes, avivó las llamas de la resistencia, demostrando que la opresión más feroz genera la rebeldía más tenaz.

El proceso de descolonización, impulsado por la valentía de Pueblos como el argelino, ha sido un avance monumental en la historia de la humanidad. Este golpe a los imperios coloniales marcó el inicio de una nueva era, una era en la que millones de Seres Humanos vieron restaurada su Dignidad Nacional y conquistaron el Derecho Soberano e irrenunciable que tiene todo pueblo para decidir su destino en Paz, Libertad y Libre de Amenazas y Agresiones.

No debemos, sin embargo, olvidar, que pueblos enteros aun sufren bajo el yugo colonial. Por ello, Nicaragua respalda el Derecho a la Independencia y la justa lucha anticolonialista del Pueblo de la República Árabe Saharaui, del Pueblo Puertorriqueño, del Pueblo Palestino y de tantos otros Pueblos que merecen vivir en Libertad.

En este foro, Nicaragua alza su voz en condena del régimen sionista de Israel, frente a la barbarie del genocidio que comete contra el heroico Pueblo Palestino, la ocupación de su legítimo territorio y las acciones sistemáticas de limpieza étnica que violan cada principio de humanidad y derecho internacional.

Asimismo, alzamos la voz contra la injusticia, la agresión y la provocación de la guerra de los 12 días contra el Pueblo Iraní, una clara muestra de la continua amenaza intervencionista del hegemonismo. Denunciamos con la misma contundencia el bloqueo criminal en contra del noble pueblo cubano, una política genocida que busca doblegar a una nación soberana simplemente por su inquebrantable determinación de construir su propio camino socialista.

Condenamos la brutal embestida de los imperialistas y colonialistas estadounidenses y europeos que pretenden saquear las riquezas del valiente Pueblo Venezolano, el Pueblo de Bolívar, el Pueblo de Chávez, imponiendo agresiones crueles y sistemáticas con el objetivo de socavar las victorias de la Revolución Bolivariana y al legítimo Gobierno del Compañero Presidente Nicolas Maduro Moros.

Rechazamos la imposición de medidas unilaterales, coercitivas y extraterritoriales en contra de más de 30 países, las mal llamadas «sanciones» que son en esencia, actos de guerra económica, violatorias del derecho internacional y completamente amorales, que buscan sofocar economías, generar desestabilización y derrocar gobiernos que no se doblegan ante los dictados imperiales.

Queridos Hermanos y Hermanas, Compañeras y Compañeros,

Es importante celebrar nuestras Heroicas Victorias, sin embargo, no debemos caer en el grave error de la complacencia. El imperialismo y el colonialismo persisten en todas sus nefastas manifestaciones.

Frente al Colonialismo y el Imperialismo, la firme Unidad y la Cooperación entre los Países del Sur Global se vuelven más cruciales que nunca. Nuestra voz, unificada y fuerte, es esencial para contrarrestar la hegemonía y construir un Nuevo Orden Mundial Multipolar.

La Historia nos enseña que la Victoria de la Dignidad sobre la opresión es inevitable. Sigamos el ejemplo de Argelia y de todos los Pueblos que han roto sus cadenas. Unidos, con la firmeza de nuestros Principios Antiimperialistas y Anticolonialistas, construiremos un Futuro de Paz, Justicia y Verdadera Libertad para toda la Humanidad.

¡La Lucha Continúa y la Victoria es Segura!

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Patria Libre o Morir!

A continuación, versión en inglés:

IN ALGERIA, FORUM “THE CRIMES OF COLONIALISM IN HUMAN HISTORY: FROM THE WOUNDS OF COLLECTIVE MEMORY TO THE DEMAND FOR HISTORICAL JUSTICE”

Speech FSLN / Johnny Hodgson

 Sisters and Brothers, Comrades,

Allow me to begin by conveying fraternal greetings to Comrade Abdelmadjid Tebboune, President of the People’s Democratic Republic of Algeria, on behalf of the Co-Presidents of the Republic of Nicaragua, Commander Daniel Ortega and Comrade Rosario Murillo. We also express our sincere gratitude to the Ministry of Foreign Affairs and the Ministry of Mujahideen and Rights Holders for the warm invitation to participate in this important gathering.

We are honored to participate on behalf of the Nicaraguan people, who are not only witnesses to history but also brave heirs of a collective memory that cries out for justice. A memory that compels us to denounce the incalculable crimes of colonialism and imperialism—rapacious and extractive systems that have exposed and continue to expose entire civilizations to genocide, cultural extermination, slavery, abject poverty, and underdevelopment.

The Nicaraguan people, lovers of freedom and defenders of peace, cannot turn a blind eye when speaking of the deep scars that colonialism has left on the soul of our nations. We speak of systematic genocides and decimated populations. We speak of cultural extermination where languages were banned, beliefs persecuted, and ancestral traditions ridiculed or eradicated—all in the name of a supposed «civilization» that, in reality, was barbarism disguised as progress. We also speak of slavery, that indelible stain on human history, which tore millions from their homes, chained them, and subjected them to lives of torture and servitude to fill the coffers of colonial empires.

The great revolutionary Frantz Fanon described colonialism as a model of domination that imposes, through violence, the belief in white-European racial superiority over other races or ethnicities. He also argued that anti-colonial violence acquires an emancipatory potential for oppressed peoples, compelling humans to reinvent themselves and break the physical and psychological chains imposed by the oppressor.

That is why, time and again, amid the grim narrative of oppression, the glow of resistance emerges—the unbreakable will of peoples for their liberation.

In that glorious chapter of the anti-colonial struggle, the glorious Algerian Revolution and the victorious struggle of the National Liberation Front (FLN) hold a prominent place. The Algerian people, under French colonial rule for more than 130 years, waged an unrelenting war of liberation, becoming an inexhaustible source of inspiration for revolutionary movements worldwide, particularly for the Sandinista National Liberation Front and the Nicaraguan people, who were preparing to lead their own revolutionary movement against the Somoza dictatorship and U.S. imperialism.

The victory of the Algerian Revolution was not just that of a people against an empire; it was the affirmation that dignity and self-determination are non-negotiable, that the will of a free people is invincible. The brutality of French repression, which claimed more than 1.5 million innocent lives, fueled the flames of resistance, demonstrating that the fiercest oppression generates the most tenacious rebellion.

The decolonization process, driven by the courage of peoples like the Algerian, has been a monumental advance in human history. This blow to colonial empires marked the beginning of a new era—an era in which millions of human beings saw their national dignity restored and conquered the sovereign and inalienable right of every people to decide their destiny in peace, freedom, and free from threats and aggressions.

We must not, however, forget that entire peoples still suffer under the yoke of colonialism. Therefore, Nicaragua supports the right to independence and the just anti-colonialist struggle of the Sahrawi Arab Republic, the Puerto Rican people, the Palestinian people, and many other peoples who deserve to live in freedom.

In this forum, Nicaragua raises its voice to condemn the Zionist regime of Israel, in the face of the barbarity of the genocide it commits against the heroic Palestinian people, the occupation of their legitimate territory, and the systematic actions of ethnic cleansing that violate every principle of humanity and international law.

We also raise our voice against injustice, aggression, and the provocation of the 12-day war against the Iranian people—a clear example of the ongoing interventionist threat of hegemonism. We denounce with the same force the criminal blockade against the noble Cuban people—a genocidal policy that seeks to subdue a sovereign nation simply for its unwavering determination to build its own socialist path.

We cannot fail to reject the imposition of unilateral, coercive, and extraterritorial measures against more than 30 countries—the so-called «sanctions,» which are, in essence, acts of economic warfare, violations of international law, and completely immoral. These measures aim to stifle economies, generate destabilization, and overthrow governments that do not bow to imperial dictates.

Dear Brothers and Sisters, Comrades,

It is important to celebrate our heroic victories; however, we must not fall into the grave error of complacency. Imperialism and colonialism persist in all their nefarious manifestations.

In the face of colonialism and imperialism, firm unity and cooperation among the countries of the Global South become more crucial than ever. Our voice, unified and strong, is essential to counter hegemony and build a new multipolar world order.

History teaches us that the victory of dignity over oppression is inevitable. Let us follow the example of Algeria and all the peoples who have broken their chains. United, with the firmness of our anti-imperialist and anti-colonialist principles, we will build a future of peace, justice, and true freedom for all humanity.

The Struggle Continues, and Victory is Certain!

Until Victory Always!

Free Homeland or Death!

Esta entrada fue modificada por última vez el 1 de julio de 2025 a las 2:07 PM