Al concluir la celebración de una Misa en la Basílica de la Imagen de la Concepción de María, presidida por Su Excelencia Cardenal Leopoldo Brenes y el acompañamiento de Monseñor Bosco Vivas Robelo, Obispo de la Diócesis de León, la Virgen de El Trono, Patrona de Nicaragua, fue bajada de su altar entre aplausos, vivas y quema de pólvora dando inicio a la tradicional Lavada de la Plata.
Monseñor Rodrigo Urbina, párroco de la Basílica de la Imagen Concepción de María, dio la bienvenida a los sacerdotes que concelabraron la misa y los miles de peregrinos que llegaron desde diferentes lugares de Nicaragua, incluso fuera de nuestras fronteras. «Esta es la casa de la Virgen, es casa de nuestra Madre, por lo tanto es vuestra casa», mencionó.
Desde horas tempranas de la mañana los miles de devotos empezaron a llegar al Santuario Nacional para dar gracias, pagar promesas y pedir dones a la imagen y participar de esta festividad mariana que data de casi 500 años.
En romería los fieles católicos acudieron para poder participar de la Lavada de la Plata en utensilios como copones, cálices, candelabros, que han sido colocados en las afueras del Santuario Nacional para que los miles de devotos los pulieran con mucha fe y amor, dando continuidad a esta tradición mariana.
Con mucha alegría y fervor cristiano los fieles católicos participaron de esta fiesta, que año con año, cada 6 de diciembre se celebra en este municipio de Occidente.
Doña Marisela Nájera es habitante de El Viejo y participó de la Lavada de la Plata porque ha recibido muchos milagros y como viejana también continúa con la tradición. «Todos los años vengo con mis hijas a lavar los objetos de plata y esto también nos cura el alma porque de esa manera obtenemos paz espiritual», expresó.
Otra promesante es Sandra Cáceres, quien llegó desde Chinandega y señaló que siempre ha venido año con año y esta vez es por una promesa de su hija, que dará a luz y pide a la Virgen que salga todo bien. «Ella es Nuestra Madre Santísima y siempre venimos a lavar la Plata. Si Dios me tiene con bien el próximo año vendré con mi hija», agregó.
Acogidos y amados por Nuestra Madre
El Cardenal reiteró que esta es la casa de nuestra Madre y cuando se llega a la casa de nuestras madres biológicas nos sentimos felices, acogidos con el corazón y los sentimientos, por eso hoy todos experimentamos este día, en esta casa de la Madre. «Nos sentimos felices porque todos somos sus hijos amados, por eso la celebramos hoy y nos unimos a la misericordia de nuestro buen Dios y le pedimos perdón si en algo le hemos ofendido», añadió.
«Sabemos que amor con amor se paga y sabemos que María nos ama, y como nosotros podemos corresponder a ese gran amor de Nuestra Señora. Creo que hoy en el Santuario Nacional dedicado a Nuestra Señora nos hemos reunido sus hijos de todo el país, como también los que han venido y viven fuera de nuestra patria que han recurrido a este encuentro tan amados», agregó el Cardenal.
Esta es una fiesta en honor a la Inmaculada madre de nuestro Redentor. «Aprovechemos este tiempo de bendicion para limpiar el corazón de todo pecado así como limpiamos la Plata y objetos valiosos del Santuario de la Virgen», indicó el Obispo de León.
Previo a la Eucaristía Monseñor Urbina rezo6 el Santo Rosario y muchos peregrinos pagaron sus promesas de rodilla y de manera ordenada pasaron ante el altar donde reposaba la Virgen.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 6 de diciembre de 2017 a las 4:00 PM