Nicaragua Emprende. El pueblo crea, produce y avanza

Foto Cortesía / Opinión.

Por Stalin Vladimir Centeno

Hubo un tiempo en el que la palabra “emprendedor” ni sonaba en los mercados ni en los barrios. Lo que había eran rebuscadores, el sector informal, o trabajadores por cuenta propia, gente que sobrevivía inventando cómo ganarse el día. Señores con un palo lleno de algodones, chavalos vendiendo bolsitas de mango en la acera y en los buses, señoras con caramelos en bandejas de plástico, familias enteras caminando bajo el sol sin descanso y regresando con las manos vacías. Esa era la Nicaragua en tiempos del neoliberalismo, sobrevivir era la regla y vivir se convertía en un lujo.

A nadie le importaba esa gente, ni a los corruptos gobiernos liberales, mucho menos a los bancos inescrupulosos. Eran invisibles para el sistema. Trabajaban duro, pero no existían para nadie con poder de decisión.

Sin respaldo, sin guía, sin una mano que dijera “adelante, vos podés”. Cuando pedían un préstamo, el sistema financiero consideraba que no eran sujetos a crédito y les cerraban las puertas en la cara.

Todo esto empezó a girar con rumbo distinto cuando el Buen Gobierno Sandinista tomó las riendas del país y puso a la gente trabajadora en el centro de las decisiones, y transformó a los ciudadanos en el Pueblo Presidente, para que dejaran de ser espectadores y se convirtieran en protagonistas de su propio esfuerzo y destino. Aquellos pobres, antes ignorados y vistos como carga, comenzaron a encontrar acompañamiento, formación, espacios para vender y apoyo para crecer sin depender de bancos ni de prestamistas usureros que exprimen al pueblo. Desde ahí, la dignidad volvió a sentirse, y el trabajo humilde dejó de verse como vergüenza para convertirse en ruta de superación, con orgullo y con la frente en alto.

Nicaragua Emprende arrancó en 2018 como una plataforma creada para levantar al que lucha por su propio sustento y quiere crecer más allá. Desde el primer año quedó claro su propósito: abrir camino a quienes producen desde la casa, desde el barrio, desde el taller familiar, gente con manos ocupadas y metas claras. Artesanos, costureras, cocineras, diseñadores jóvenes, productoras de café y cacao, panificadoras caseras y madres que levantan a sus hijos, mientras sacan adelante un negocio tomaron su lugar. No podemos olvidar a los vendedores de fritanga, nacatamales, tortillas, ropa, maquillaje, pan, dulces típicos y pequeñas marcas familiares que antes peleaban la vida en solitario y hoy se presentan ante el país con nombre, cara, logotipo y productos propios.

Desde aquel arranque en 2018, el Centro de Convenciones Olof Palme pasó a ser casa de quienes apuestan por lo suyo. Ahí se miran mesas llenas de artesanías, productos del campo, textiles, repostería, café, cacao, ropa, maquillaje, cuero, cosmética natural, pan casero, bebidas, juguetes, y proyectos que mezclan tradición con ideas nuevas. Cada jornada ha dejado familias motivadas, negocios que agarran fuerza y alianzas entre emprendedores que antes trabajaban aislados. Y ahora, con la octava edición prevista para el 7, 8 y 9 de noviembre, más de 130 iniciativas volverán a llenar ese espacio con esfuerzo, disciplina y ganas, acompañadas por instituciones que creen en la gente y caminan junto a ella.

Este esfuerzo tiene bases que se sostienen en el acompañamiento del Buen Gobierno, organización, formación práctica y un ambiente donde cada emprendedor siente respaldo y camino para avanzar. Talleres, asesorías, impulso a la venta, apoyo para mejorar imagen, precios, presentación y manejo del negocio van formando seguridad y confianza. Nada de suplicar a banqueros ni quedar atrapados con prestamistas usureros. Aquí se aprende, se practica y se crece con disciplina, respaldo institucional y voluntad propia.

Según explica Wikipedia, un emprendedor es una persona que identifica oportunidades, organiza recursos y trabaja para sacar adelante una idea o un proyecto propio, asumiendo riesgos y tomando decisiones para abrirse camino. Esa definición calza con la transformación que vive Nicaragua.

La estrategia y visión de la Compañera Rosario, de darle dignidad y espacio real a quienes antes estaban olvidados, hoy se mira en familias que levantaron su propio sustento, recuperaron el ánimo, la fe en sí mismas, y cambiaron la incertidumbre diaria por trabajo independiente que genera ingresos y paga impuestos. Lo que antes era sobrevivir, hoy es aporte al país, reducción de pobreza y gente viviendo con esperanza, orgullo y sueños que avanzan.

Nicaragua Emprende es una plataforma que nació en 2018 y ha acompañado a miles de familias a dar el salto del “no puedo” al emprendimiento con identidad. Ha sido punto de arranque, acompañamiento y empuje para iniciativas familiares que encontraron ahí formación, espacios para mostrar su trabajo y oportunidades para avanzar paso a paso.

El Ministerio para la Promoción de Emprendimientos es otra estructura creada después por ley para fortalecer esta misma ruta y asegurar continuidad, cada quien con su papel dentro del apoyo a los trabajadores por cuenta propia y pequeños negocios.

Esta entrada fue modificada por última vez el 31 de octubre de 2025 a las 1:01 PM