Recientemente se cumplieron 39 años de la sentencia emitida en 1986 por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, que declaró a Estados Unidos culpable de una guerra de agresión contra Nicaragua, la que sigue más viva que nunca. Informó HispanTV.
La resolución ordenó a EE.UU. cesar las hostilidades y pagar una indemnización provisional de 17 mil millones de dólares por los daños humanos, materiales, económicos y de infraestructura causados durante el conflicto de los años 80. Esta victoria jurídica, liderada por el Comandante Daniel Ortega y un equipo de abogados, incluyendo al Canciller Miguel D’Escoto y Carlos Argüello, marcó un hito en el derecho internacional que permanece vigente, dicho por el mismo copresidente Daniel Ortega, expertos en derecho internacional y analistas políticos.
El fallo condenó a Estados Unidos por sus actividades militares y paramilitares contra Nicaragua (incluido el apoyo a la Contra y la minería de puertos) sigue siendo un punto de referencia crucial en la política exterior nicaragüense.
Fue “David Contra Goliat”; Nicaragua fundamentó su demanda en tratados internacionales y la Carta de la ONU, demostrando las agresiones evidentes como el minado de puertos, la destrucción de escuelas y centros de salud, y el asesinato de civiles, incluyendo alfabetizadores como Georgino Andrade.
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La sentencia no solo condenó a EE.UU. por financiar la contrarrevolución, sino que estableció un precedente global para la defensa de la soberanía y la no injerencia. A pesar de que EE.UU. desconoció el fallo y maniobró para evitar su cumplimiento, la resolución sigue vigente, respaldada por la reforma constitucional de Nicaragua en el artículo 12 a inicios de este año 2025, que reafirma el derecho del país a exigir su cumplimiento.
Esta entrada fue modificada por última vez el 12 de septiembre de 2025 a las 3:41 PM