Por Stalin Vladimir Centeno
Nicaragua hace una revolución deportiva sustentada en obras concretas, en presupuestos crecientes y en un calendario de proyectos que ya está en marcha hasta 2026. El país pasó de tener instalaciones dispersas y viejas a contar con estadios nuevos, polideportivos modernos y piscinas olímpicas que hoy reciben a atletas, niños y familias enteras. Todo esto bajo la conducción sabia de la Copresidenta Compañera Rosario Murillo y el Comandante Daniel Ortega, con una línea clara de priorizar el deporte como parte de la vida diaria del pueblo.
Los datos del Instituto Nicaragüense de Deportes demuestran el salto. Antes de la segunda etapa de la Revolución se invertía alrededor de un millón de dólares al año en espacios deportivos. Después de 2007 la cifra subió hasta un promedio anual de treinta y cinco millones. En 2020 la Compañera Rosario anunció un plan especial de intervención en infraestructura con una primera etapa superior a cuatro mil seiscientos millones de córdobas y una segunda fase que suma más de cuatro mil cuatrocientos millones adicionales. En una década la inversión acumulada ronda un poco más de los diez mil millones de córdobas.
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Esa inyección de recursos se ve en el mapa del béisbol y el fútbol. Se concluyeron los estadios Roberto Clemente en Masaya y Rigoberto López Pérez en León, además del estadio Independencia en Estelí. El nuevo Rigoberto López Pérez tiene capacidad para siete mil doscientas personas, el doble del viejo Héroes y Mártires, con club house, áreas médicas, cronómetro electrónico y jaulas de bateo.
A la par avanzan obras como el Vidal Alonso en Chinandega y los nuevos estadios de Bluefields y Bilwi, pensados para cumplir normas de competencias internacionales.
Managua también cambió su mapa deportivo. El Estadio Nacional de Béisbol Soberanía fue reinaugurado con instalaciones de primer nivel para torneos nacionales y juegos internacionales. En fútbol, el país ya cuenta con el Estadio Nacional en la capital y suma un nuevo hito con el Estadio Miguel Chocorrón Buitrago, inaugurado el pasado sábado con certificación de la FIFA y capacidad para dos mil aficionados dentro del Complejo Deportivo Dignidad. En la segunda fase del plan aparecen los estadios de Catarina, Diriamba, Ocotal, Jalapa y Somoto, que ampliarán la red en todo el territorio.
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Pero aún hay más, ya que el Multi Estadio Stanley Cayasso inició su construcción el pasado veintidós de septiembre en Managua como un complejo moderno y multifuncional destinado a fortalecer el deporte nacional. Tendrá un campo principal con medidas reglamentarias para competencias profesionales, dos infields adicionales diseñados para el béisbol infantil, graderías con dos mil novecientas diez butacas, camerinos equipados para atletas y árbitros, un sistema de iluminación profesional para espectáculos deportivos y culturales de día y de noche, cámaras de vigilancia, audio especializado, detección y contra incendios, agua potable, servicios sanitarios y respaldo de energía. El proyecto incluye un Salón de la Fama rehabilitado, taquillas modernas, garitas de control, áreas verdes que embellecen el entorno y una circulación vehicular organizada con estacionamiento amplio que facilitará el ingreso y salida de los asistentes.
El deporte bajo techo también tiene su propia revolución. El Polideportivo Alexis Argüello fue modernizado y climatizado para recibir eventos como la AmeriCup de baloncesto 2025.
El complejo de Piscinas Olímpicas Michele Richardson quedó bautizado desde 2017 como sede de competencias de natación y como homenaje a la primera medallista olímpica del país. En Matagalpa se inauguró un polideportivo con capacidad para más de mil trescientas personas y una inversión cercana a los doscientos noventa y cuatro millones de córdobas, preparado para baloncesto, voleibol, fútbol sala, boxeo, judo, karate, taekwondo y ajedrez.
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A esto se suman las metas que se habían trazado para 2024, año en que la Copresidenta Rosario Murillo anunció cuatrocientos veintiocho proyectos deportivos y recreativos, ya estando en este 2025 casi por finalizar el año, podemos afirmar que se vinieron cumpliendo al pie de la letra. Dentro del paquete se registran ciento cincuenta y tres estadios, ciento diecinueve canchas, veinte centros deportivos multiuso, setenta y siete campos, trece gimnasios, veintinueve polideportivos, seis piscinas, seis parques acuáticos y once terrenos nuevos para futuras instalaciones. Esa lista muestra que la revolución deportiva no se limita a grandes ciudades, por el contrario también llega a municipios y comarcas.
La red de instalaciones se acompaña de un fortalecimiento de las academias. El IND pasó de treinta y ocho a más de ochenta academias deportivas en todo el país, mientras las alcaldías municipales mantienen sus propios programas. Solo en Managua la alcaldía opera más de veinte academias a las que asisten alrededor de dos mil jóvenes cada día.
Son espacios de enseñanza, no solo de competición, donde los niños y adolescentes aprenden elementos técnicos y hábitos de disciplina que los mantienen lejos de la calle, la droga y la violencia. Las cifras de infraestructura también hablan del salto cualitativo. Entre 2007 y 2025 se pasó de cinco a veintiséis estadios de béisbol iluminados, además de ocho estadios de fútbol con iluminación profesional. Muchos de estos campos se ubican en zonas que antes no tenían juegos nocturnos, como Las Minas o Corn Island. La iluminación permite ampliar horarios de entrenamiento, organizar ligas juveniles después de la actividad escolar y atraer a más público a los partidos.
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Además es importante señalar que Nicaragua fue sede de los Juegos Centroamericanos 2017 y desde entonces ha acogido más de cien eventos internacionales en diferentes disciplinas. En atletismo el país organizó un torneo centroamericano U13 y U15 y prepara propuestas para recibir eventos de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe.
En béisbol el nuevo estadio Rigoberto López Pérez está habilitado para juegos nacionales e internacionales y forma parte del circuito de instalaciones listas para torneos oficiales. El impacto también se siente en la economía local. Cada estadio, polideportivo o piscina genera empleo en la construcción y luego en la operación diaria. Surgen puestos para entrenadores, personal de mantenimiento, vendedores de alimentos, transporte y proveedores de materiales. Los proyectos se distribuyen en distintos departamentos y eso ayuda a que la actividad económica no se concentre solo en Managua, sino que alcance a León, Masaya, Estelí, Chinandega, Matagalpa, la Costa Caribe y muchas otras zonas.
Esta revolución deportiva no es un eslogan, pues se sostiene en presupuestos definidos, en obras entregadas y en planes que cubren desde los grandes estadios hasta las pequeñas canchas en los barrios. El deporte se consolida como parte de la política pública de un Gobierno que coloca a la juventud en el centro y que entiende el deporte como salud, recreación, disciplina y oportunidad. Bajo la conducción de la Copresidenta Compañera Rosario Murillo y el Copresidente Comandante Daniel Ortega, Nicaragua sigue ampliando esta red de infraestructura que cambia la vida diaria de miles de familias y proyecta al país en el mapa deportivo del mundo.
Esta entrada fue modificada por última vez el 18 de noviembre de 2025 a las 2:41 PM


