NICARAGUA / El pipián, uno de los cultivos más representativos dentro de la familia de las cucurbitáceas, mantiene su importancia en la dieta y en la economía de las familias nicaragüenses.
Su versatilidad en la cocina lo hace esencial en la preparación de platos tradicionales, como sopas y guisos, lo que asegura su constante demanda en los mercados locales.
Este cultivo puede establecerse como monocultivo o en asocio con granos básicos como el maíz y el frijol, práctica que favorece un mejor aprovechamiento del terreno y contribuye a la diversificación productiva. De esta manera, los productores logran incrementar la eficiencia agrícola al tiempo que fortalecen la seguridad alimentaria de sus comunidades.
De acuerdo con el monitoreo del Ministerio Agropecuario (MAG), entre enero y julio de 2025 se alcanzó una producción de 762 mil 900 unidades de pipián, lo que refleja la estabilidad de este rubro en las diferentes zonas productivas del país.
VALOR ECONÓMICO Y ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Las principales áreas donde se concentra la producción son Ciudad Darío, Terrabona, Nandaime, Sébaco, Matagalpa y Tisma, territorios reconocidos por la fertilidad de sus suelos y la tradición agrícola de sus pobladores. Estos municipios no solo garantizan el abastecimiento local, sino que también dinamizan la economía rural al proveer de este producto a mercados de otros departamentos.
El cultivo de pipián, además de su valor económico, representa una opción nutritiva y accesible para las familias. Rica en vitaminas y minerales, esta hortaliza complementa la dieta básica de la población y fortalece las estrategias nacionales de alimentación saludable.
Con estos resultados, Nicaragua reafirma el papel del pipián como un producto agrícola clave que une tradición, nutrición y sostenibilidad en la producción nacional.
Esta entrada fue modificada por última vez el 19 de agosto de 2025 a las 6:44 PM
