Sandino, General de los Hombres y las Mujeres Libres

Foto Cortesía / Sandino, General de los Hombres y las Mujeres Libres: Muestra colectiva, Embajada de Nicaragua, Lima, mayo-junio 2022

Augusto C. Sandino (1895-1934), el General de los hombres y las mujeres libres[i], se alza en armas en 1927 contra la intervención militar norteamericana en Nicaragua. “No me vendo ni me rindo. Yo quiero patria libre o morir”, contesta Sandino cuando Moncada pacta con los Estados Unidos y le propone deponer sus armas a cambio de diez dólares el rifle. A partir de ese momento, lo que era una guerra civil entre liberales y conservadores, se transforma en un amplio movimiento de liberación nacional.

Al frente del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, Sandino libra una lucha desigual que durará seis años, contra seis mil soldados, treinta y seis buques de guerra y la aviación del cuerpo de ‘marines’ usada por primera vez en la historia contra un ejército irregular. El pequeño ejército loco[ii], como lo llamó la poeta Gabriela Mistral, compuesto por campesinos descalzos, obreros mineros, artesanos desarrapados y heroicas mujeres, dispuestas a correr la misma suerte[iii], logrará derrotar a los invasores en 1933 y obligará a la ‘marinería yanca’, a retirarse del territorio nacional.

El 20 de mayo de 1928 desde El Chipotón, Augusto Sandino le envía a José Carlos Mariátegui un mensaje que aparecerá publicado en el Nº16 de la revista ‘Amauta’ en julio de ese mismo año. Dice así:

[i] El escritor Henri Barbusse llamó a Sandino “Général des hommes libres”.

[ii] Gabriela Mistral. “La cacería de Sandino”. New York, 1931.

[iii] Edelberto Torres. “Sandino y sus pares”. Managua: Nueva Nicaragua, 1983.

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“Por intermedio de la revista ‘Amauta’, envío mi más fervoroso saludo a la nueva generación de trabajadores manuales e intelectuales de América Latina, que sabe compartir, como propias, las horas de angustia que le ha tocado vivir a nuestra Nicaragua. A ella reafirmo mi fe inalterable en el triunfo de nuestras armas que, al defender la libertad de un pueblo de Nuestra América, defienden la libertad del Continente.

Patria y Libertad.

Augusto C. Sandino”.

El enlace entre Sandino y Mariátegui es Esteban Pavletich, un joven huanuqueño que había sido estudiante universitario en Lima hasta que, desterrado por la dictadura de Leguía, llega a México en tiempos de la fundación del APRA. Haya de la Torre es quien lo envía a las Segovias a apoyar la causa del patriota nicaragüense. Pavletich, que aún no ha cumplido 22 años, atraviesa a pie las montañas de Honduras y las selvas de Nicaragua, hasta llegar a la confluencia de los ríos Coco y Bocay[i], donde encuentra al general Sandino.

El peruanito es acogido de inmediato por el EDSN y recibe el grado de coronel “en tanto que jefe de una supuesta legión del APRA, solamente formada por él”. Desde entonces, se convierte en secretario personal de Sandino, cargo que comparte con el salvadoreño Farabundo Martí, y pasa a formar parte de su Brigada Internacional junto al costarricense Marcial Salas Blanco, el dominicano Gregorio Urbano Gilbert, los venezolanos Gustavo Machado y Carlos Aponte, los colombianos Alfonso Alexander Moncayo y Rubén Ardila Gómez, y el mexicano José de Paredes. Por no hablar de las mujeres como Teresa Villatoro, la salvadoreña que amó al general y llegó a formar parte de su estado mayor en el Chipote[ii], y Blanca Aráuz Palacios, la telegrafista de San Rafael, que fue la esposa de Sandino y su más estrecha colaboradora, así en la guerra como en la paz.

A 94 años de dicho encuentro, la Embajada de Nicaragua en el Perú presenta la muestra colectiva “Sandino, General de los hombres y las mujeres libres” que recoge retratos del General que evidencian los lazos históricos que a través de los años ha seguido manteniendo con el hermano pueblo peruano.

Comparten esta muestra los maestros peruanos Hiroshima Pajuelo, Carlos Alberto Ostolaza, Sonia Estrada, Ever Arrascue, Bruno Portuguez, Fanny Palacios, el ecuatoriano Pavel Égüez, y los nicaragüenses Armando Morales, Roger Pérez de la Rocha y Luis Lezamón.

[i] En 1963, este mismo territorio será escenario de la primera guerrilla del FSLN.

[ii] Alejandro Bendaña. “Sandino. Patria y Libertad. Managua: Anamá, 2016.

Firma: Marcela Pérez Silva