Visiblemente se muestra resignado, pero el dolor no se esconde y se deja entrever en la mirada triste y perturbada de Jairo José Aburto, hermano del artista y dramaturgo, Luis Harold Aburto Chávez, de 51 años, quien falleció la noche de este sábado al ser atropellado a unas cuadras antes de llegar a su vivienda, en la Colonia Nicarao.
“La pérdida de mi hermano es como una parte de mi que se va…me va hacer mucha falta y ya lo estoy sintiendo; pero no puedo negar que hablar de mi hermano me hace sentir orgulloso, ya que ganó muchos premios, tuvo homenajes, y eso demuestra que era una persona brillante”, dice.
Aunque se conoce que Harold se inscribió en la Escuela Nacional de Teatro a finales de los años 90’s y sacó a relucir todas sus cualidades, escribiendo más de 50 textos de teatro a lo largo de su nutrida trayectoria como dramaturgo, para su hermano, sus habilidades y amor por el arte las mostraba desde que era niño.
“Para mí el nació con ese talento, porque desde pequeño le gustaba escribir y recitar poemas en el colegio y hasta a las novias les dedicaba poesía, ganó un concurso en los 80’s que se llamaba “Entre Corazones”, y luego es que él decide entrar a la Escuela de Teatro”, recuerda con nostalgia.
Jairo comparte que en el cuarto de su hermano Harold, quedará una hermosa recopilación de sus obras teatrales, unos borradores y otros ya finalizados.
Aburto recuerda aquellos tiempos de niñez, en los que su mamá, doña Marina Chávez, una mujer cariñosa y dulce, les enseño a ellos a compartir y ser unidos. En total son 4 hermanos, 2 varones y 2 mujeres, una de ellas se encuentra en Costa Rica, y por problemas de fuerza mayor, no podrá venir a Nicaragua.
Para su hermano Jairo, el artista nicaragüense se caracterizaba por ser callado, responsable, entregado y disciplinado en todo lo que hacía. Este 4 de abril, Harold cumpliría 51 años.
“Me conmueve y me llena de orgullo el homenaje que le van hacer a Harold en el Teatro Rubén Darío, y sabemos que es una gran pérdida que tiene el teatro, ya que esa era su otra familia, en la que él se caracterizaba por ser un buen compañero de trabajo”, afirma.
El hijo de Harold, tiene 22 años, y se espera que llegue a Nicaragua, proveniente de los Estados Unidos, entre lunes o martes.
“El (Harold), siempre estuvo pendiente de su hijo, recuerdo que cuando estaba pequeño, lo iba a dejar al colegio, lo cuidaba; pero cuando él se separó de su esposa, ella decidió irse con el niño, que en ese entonces tenía 13 años a los Estados Unidos, y a pesar de esa distancia, ellos siempre tuvieron una buena comunicación», señala.
Sus hermanos de arte, describieron al artista nicaragüense, como uno de los mejores dramaturgos que ha parido el país, destacando su entrega y disciplina en cada trabajo.
“Cuando él comenzó a escribir era muy disciplinado al igual que con la actuación. Es una gran pérdida para el teatro, porque es uno de los grandes dramaturgos que ha parido la historia”, expresa Javier Espinoza Rivera.
«Lo vamos a recordar con alegría, a él le gustaba la comedia y como decimos “el show debe continuar”. El fue mi alumno en la Escuela Nacional de Teatro, yo le di clases de actuación y luego trabajamos en Comedia Nacional y así nació una amistad», asegura.
Verónica Guido, Coordinadora de Cultura en un colegio capitalino, recuerda que ellos llegaron juntos a la Escuela Nacional de Teatro. “Hicimos los 3 años y cuando nos graduamos, creamos el grupo de teatro Excente, Ex Alumnos de la Escuela Nacional de Teatro, y trabajamos mucho tiempo juntos; más que un amigo, un hermano en el arte, una persona alegre, apasionada, que llego a la escuela como alumno y terminó como una gran maestros formando a otros jóvenes”, destaca.
“Es un hermano que se nos adelantó, pero que deja un gran legado en el teatro nicaragüense y ahora está reunido con otros grandes artistas que han partido del mundo terrenal”, afirma.
El dramaturgo español, Javier Amor, comentó que lo conoció en 2010. «Se me acerco y me dijo que la primera obra que había leído era una mía, y a partir de allí conectamos y puedo decir que Harold es el mejor dramaturgo de Nicaragua, el escribía diario a mano o en su computadora”, refiere.
«Me golpea y me duele el abrazo que me dio hace 2 días, y volteo y recuerdo ese abrazo de más de 2 minutos, sin saber que sería el último, y mi amor y respeto siempre para Harold. Como Dramaturgo y Escritor, a Luis Harold lo caracterizaba esa disciplina en su trabajo, que estoy seguro que transmitió en cada uno de los estudiantes de teatro, ese habito de leer siempre y ser disciplinado», manifiesta.
A la vela asistieron estudiantes y ex estudiantes de la Carrera Nacional de Teatro, ya que Aburto Chávez actualmente se desempeñaba como maestro de Literatura Dramática en la Escuela Nacional de Teatro.
“Una persona llena de cultura, humano, una persona que físicamente se nos va, pero que nos deja un gran legado como el mejor dramaturgo y como una persona con una gran imaginación en cada una de sus obras”, expresó el ex estudiante de la carrera Nacional de Teatro, Félix Vílchez.
Este lunes se rendirá homenaje póstumo a las diez de la mañana en el Lobby del Teatro Nacional Rubén Darío. Posterior al homenaje el féretro será trasladado a la Funeraria El Alba para velarlo, en espera de su hijo y hermanos que vienen del extranjero. Su entierro será el día martes en el Cementerio Jardines del Recuerdo.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 3 de abril de 2017 a las 8:36 AM