¡Tod@s contra la Corrupción!

Foto Cortesía / Opinión.

Por Stalin Vladimir Centeno

Con un voto unánime de la Asamblea Nacional, y bajo la conducción firme de la Copresidencia de la República, Nicaragua ha dado un paso histórico al aprobar en primera legislatura una reforma constitucional que crea y fortalece la Procuraduría General de Justicia, una nueva estructura institucional que unifica y potencia la capacidad del Estado para combatir, sin contemplaciones, el flagelo de la corrupción. Esta iniciativa, impulsada directamente por la Compañera Rosario Murillo y el Comandante Daniel Ortega, nace como parte de una política nacional permanente para blindar los intereses del Pueblo.

“Se vive un tsunami de corrupción en el mundo entero (…). Por lo tanto, esta reforma constitucional es una cruzada permanente, una vigilancia permanente, una convocatoria permanente a vivir con responsabilidad, con honradez, con integridad”, advirtió la Copresidenta Rosario Murillo durante su alocución del pasado 05 de agosto, dejando claro que esta ley es una herramienta real, viva y necesaria.

La ley lleva como bandera el eslogan: ¡TOD@S CONTRA LA CORRUPCIÓN!, y establece un marco jurídico robusto que permitirá actuar de forma implacable contra quienes pretendan saquear los bienes del Pueblo o encubrir intereses ajenos al bien común. Esta legislación surge en defensa de los intereses supremos del Estado y del Pueblo nicaragüense, y marca una línea de no retorno en la defensa de la honestidad pública.

La reforma aprobada modifica los artículos 132, 159 y 160 de la Constitución Política. En el nuevo artículo 159 se establece que la Procuraduría General de Justicia ejercerá la representación legal y la defensa del Estado, especialmente ante actos de corrupción. El artículo 160 establece que la Procuradora o el Procurador General de Justicia será nombrado por la Presidencia de la República, y que esta institución contará con todos los recursos necesarios para cumplir con su mandato constitucional.

En el artículo segundo se deroga el literal b del numeral 8 del artículo 132, reorganizando el marco legal para evitar ambigüedades y duplicidades. En adelante, toda mención a “Procuraduría General de la República” deberá leerse como “Procuraduría General de Justicia”, según el artículo tercero de la ley.

Esta nueva Procuraduría estará integrada por todos los órganos de la actual Procuraduría General de la República, el Ministerio Público y otros organismos que cumplan funciones similares, con el fin de garantizar el resguardo del Patrimonio Nacional en todos sus ámbitos: económico, natural, cultural, político, jurídico y material.

Desde su exposición de motivos, la ley advierte que no habrá espacio para evasivas ni contemplaciones: “De manera que todos estos actos sean implacablemente, y cotidianamente, perseguidos, identificados, procesados y penados.” El mandato es claro: ningún corrupto debe sentirse a salvo. El Estado nicaragüense perseguirá y sancionará con las penas máximas ya establecidas en el ordenamiento jurídico nacional a quienes vulneren la probidad y roben al Pueblo.

La Copresidencia ha sido tajante: “El Estado nicaragüense, a través de su Procuraduría General de Justicia, no permitirá, de ninguna manera, disfrazar o encubrir intereses ajenos a nuestro Pueblo, para cometer o seguir cometiendo infames actos de robo y saqueo del Erario y los Patrimonios del Pueblo nicaragüense.”

Mientras en los gobiernos neoliberales la corrupción brotaba como pus cada vez que se apretaba la estructura del Estado, este Buen Gobierno Sandinista está haciendo historia, al construir un marco jurídico firme, claro y sin dobleces, donde la ética y la justicia van de la mano con la ley. Aquí no se tolera ni el encubrimiento, ni la doble moral. Se actúa.

Esta es, en efecto, una ley que viene a consolidar el carácter revolucionario, ético y patriótico de la administración pública en Nicaragua. El mandato constitucional es ahora más fuerte que nunca: las instituciones están al servicio de la Patria y del Pueblo, y deben actuar todos los días, con rigor y responsabilidad, en defensa de la Revolución y sus conquistas.

Esta entrada fue modificada por última vez el 6 de agosto de 2025 a las 4:46 PM