Un grupo de misioneros mormones conoció el lado más oscuro y siniestro de las favelas brasileñas.
Mientras se encontraban caminando por las calles de la ciudad de Manaos, se les acercaron dos delincuentes en moto que intentaron atracarles a punta de pistola. Ninguno de los religiosos opone resistencia al principio, hasta que uno de ellos ve el momento adecuado y aprovecha para desarmar a uno de los agresores y empieza a golpearlo.
Esta entrada fue modificada por última vez el 16 de marzo de 2017 a las 10:26 AM