Análisis del tercer episodio de la octava temporada de Game Of Thrones ¡GOT VS ENDGAME!

Análisis del tercer episodio de la octava temporada de Game Of Thrones ¡GOT VS ENDGAME!

El Domingo 28 por la noche se vivió otro evento único en el mundo, y es que después de 7 temporadas, los personajes de la famosa serie mundial de Games Of Thrones o “Juego de Tronos”, iban a luchar por sus vidas en Invernalia, “Winterfell” contra el Rey de la Noche o “The Night King”.

Análisis del tercer episodio de la octava temporada de Game Of Thrones ¡GOT VS ENDGAME!

Preparándose para la batalla

Todo ocurrió en una larga noche, casi interminable. No hubo nada que quedara en suspenso, nada de ese cruento enfrentamiento que se postergara para la próxima semana. En el episodio más largo de los emitidos en esta temporada, se libró esa anunciada guerra, de principio a fin, implacable y visceral, tan vibrante como impredecible.

En el interior del castillo de Winterfell, ya sumido en la venidera oscuridad, se ajustan los últimos preparativos, se afilan las armas, se enciende el fuego de las antorchas. En lo alto de la fortaleza, Sansa (Sophie Turner) y Arya (Maisie Williams) esperan, como todos, el despertar de esa lucha que promete ser encarnizada.

El ejército se forma de manera geométrica y cubre el terreno con estricta precisión. Los Inmaculados, los caballos con los dothrakis, las imponentes catapultas. Jaime (Nikolaj Coster-Waldau) y Brienne (Gwendoline Christie), la recién nombrada Caballero, encabezan las líneas de ataque; más allá, Jorah (Iain Glen) aguarda algún signo del avance del enemigo. Jon (Kit Harington) y Daenerys (Emilia Clarke) permanecen en lo alto del castillo, junto a los dragones.

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Entre la espesa niebla de esa noche asoma una inesperada silueta: Melisandre, la Dama Roja (Carice van Houten), hace su gran aparición. La habíamos visto por última vez en su partida hacia Volantis, luego de la batalla de los Bastardos.

Lentamente se acerca a Jorah y le pide que sus soldados levanten las espadas: invoca al Señor de la Luz y las enciende en un único gesto, alumbrando esa noche con una imponente hilera de llamas. Luego se encamina hacia las puertas del castillo, que se abren a su paso, y hace un anuncio a Ser Davos: “Moriré antes del amanecer“. Levanta la vista y Arya asoma entre las torres del castillo; sus miradas se cruzan durante largos instantes.

De repente woww, los Dothrakis avanzan lentamente por el campo de batalla, guiados por esa incandescente luz que se adhiere a sus armas. Pero al perderse en la línea del horizonte, las llamas se extinguen repentinamente, como si una oscuridad profunda las devorara. Un murmullo escalofriante avanza a la distancia: los muertos aceleran implacables sobre la nieve, como ratas que corren hambrientas.

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En la retaguardia, Arya envía a Sansa a la cripta para preservarla de los peligros del asedio, Jon y Daenerys emprenden vuelo sobre los dragones para combatir en esa batalla tan desigual.

Los soldados corren por sus vidas, vemos a Jorah, a Sam, a Jaime, a Brienne y a El Perro (Rory McCann) levantar sus armas con furia y desesperación, con el ahogo de un combate que parece insoportable. De pronto, asistimos a la primera muerte de este letal episodio: Tollett (Ben Crompton), el último comandante de la Guardia de la Noche, el amigo leal de Jon, cae bajo la furia de los muertos.

¡Todos a replegarse, todos atrás¡

Bran (Isaac Hempstead Wright) atrás en el patio, al pie del árbol sagrado, bajo la custodia de Theon y algunos guerreros. En el cielo, Jon y Daenerys se enfrentan con el dragón que comanda el Rey de la Noche, con ese fuego azul despiadado y abrasivo. En la tierra, los vivos comienzan la obligada retirada.

Los muertos avanzan sobre los ejércitos diezmados, las puertas del castillo se abren para refugiar a los desesperados sobrevivientes. La Dama Roja se apresta nuevamente a otros de sus actos sorpresivos: las invocaciones reiteradas al Señor de la Luz encienden el círculo que forman las trincheras. Las llamas se agitan frente al viento helado de la noche y levantan un muro de fuego ante los esqueletos de los incansables caminantes.

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Y es aquí donde entra las escenas más oscuras y de suspenso de la noche, por decir que ya era más triste. Lady Lyanna Mormont (Bella Ramsey) hace su último acto de valentía al derribar al gigante de ojos azules como David lo hiciera con Goliat. Sus pequeños huesos fueron aplastados por el peso de su verdugo, pero ese último sacrificio lo saca de combate, algo que a muchos hizo llorar en la primera escena emotiva de Valentía de la noche. Mientras tanto, en las alturas, Jon y Daenerys enfrentan al dragón del Rey de la Noche, sortean sus gélidos bramidos, lo distraen al escapar entre las nubes.

De vuelta al centro del castillo vemos a Arya resurgir de una feroz caída. Su ágil figura se escapa entre los pasadizos de la fortaleza en una escena tensa y bien filmada para ser grabada, se pierde en las sombras de una silenciosa habitación, engaña y desaparece, casi como un fantasma. La cripta es todavía el único refugio que permanece indemne: los murmullos de muerte del exterior se mezclan con los pedidos de auxilio. Sansa espera en silencio. Beric (Richard Dormer), quien ha conseguido despertar a El Perro del temor a la derrota, deambula por los pasillos del castillo hasta rescatar a Arya de una muerte segura. Exhausto, la arrastra junto a El Perro y se refugian en una de las recámaras de la fortaleza, donde Melisandre parece estar esperándolos.

La Dama Roja anuncia que las resurrecciones de Beric han logrado demostrar, en ese último acto heroico, su verdadero propósito. Arya la recuerda de su encuentro en el bosque, cuando se llevara a Gendry como carnero de sacrificio. Pero ahora las miradas de ambas se cruzan en una promesa. “¿Qué le decimos al Dios de la Muerte?”, le pregunta Melisandre a la joven Stark. “Hoy no” es la respuesta increíblemente futura de lo que se viene.

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La Jugada Final al estilo ENDGAME

La última de las peleas entre los dragones culmina con la caída a tierra de Jon y del Rey de la Noche. En el campo atestado de Inmaculados y dothrakis muertos, los dos enemigos se miden a la distancia.

Del cielo baja la Reina de los Dragones con su grito de guerra: ¡Dracarys! Pero el fuego no consume a Night King, hay que decirlo, es un maldito arrogante y prepotente que se creía inmortal y emerge como un renacido de las llamas que prometían derrotarlo. Sigiloso, Jon asoma tras sus pasos, blande su espada, espera para el golpe letal. De repente levanta a los muertos del suelo, enciende sus ojos y su furia, siembra un mar de cadáveres que amenazan con devorarlo todo.

Mientras tanto, los muros que protegen la cripta de los Stark ceden ante el irrefrenable ataque de los zombis. Sus cadavéricas cabezas asoman y mastican lo que encuentran. Sansa y Tyrion se refugian en las ruinas, se comunican en silencio, se aventuran a la fuga.

Vemos los rostros de los que conocemos, desencajados y exhaustos en el medio de esa lucha interminable. Los gritos de Brienne, las corridas de Jaime, la caída de Sam. TODO PARECIA PERDIDO…

El Rey de La Noche llega con sus discípulos al pie del árbol. Theon alcanza entonces su esperada redención, en el hogar que lo vio crecer y al que hoy sirve como reparo por su traición. Bran aguarda en silencio a su enemigo, lo ve llegar a su lado, preparar su estocada final.

Pero BOOOM. En la parte más histórica de la serie y como sombra de la propia Arya que la ha caracterizado, desde la oscuridad emerge un rostro indescifrable y en un grito único, se lanza y arremete contra el Rey de la Noche, pero sucede algo inesperado, deja caer su cuchillo, y en una jugada al parecer planeada por ella, toma el cuchillo y apuñalada certeramente al Rey de la Noche; terminando en un solo instante con un reinado de siglos de tinieblas.

Los muertos se desploman uno a uno, en el patio del castillo, en las profundidades de la cripta, en el campo de la extinguida batalla. Jon ve hacerse añicos al dragón de fuego azul; Daenerys se reclina entre lágrimas frente al cadáver de Jorah, extinguiéndose así la casa Dormunt. Es triste porque fue su leal consejero, quien la amara y la defendiera hasta la muerte.

El amanecer aguarda en el horizonte y Melisandre sale del castillo. Camina unos pasos, se quita el collar de la piedra roja, ese que vimos que aseguraba su juventud eterna, y se pierde en el frío. Ser Davos observa como su cuerpo envejecido se desploma sobre la nieve de la primera mañana.

CURIOSIDADES DEL EP.3 Y ENDGAME 

Fue como ver Infinity War, solo que los últimos 2 minutos fue un gran final al estilo Endgame y tenía que ser un Stark que al igual que su homóloga en el Cine, salve el día y al reino. Arya se convirtió en la reina de la serie y del Capitulo siendo esta digna del Trono de Hierro.

El Capitulo contiene sus escenas brutales, con una paleta de colores bien nostálgica y sombría, y un Soundtrack de suspenso muy bueno hace que te pegues y sientas todo en la sala de tu casa.

Con escenas muy emotivas como la de Lyanna y la de Sansa con Tyron, o como desgarradoras como la de Theon y Jorah, nos hacen hasta lagrimar.

En curioso además porque tanto Endgame como este cap, fueron esperados por años ósea casi una década, y se estrenaron en la misma semana. Muriendo personajes claves y entrañables en ambas sagas.

Este episodio fue filmado en 55 noches y para hacerla costó más de 15 millones de dólares. Se necesitó el trabajo de casi 4000 personas. Fue dirigido por el mismo Director de la Batalla de los Bastardos: Miguel Sapochnik. Y fue el episodio más largo de toda la serie en su historia.

Fuente: El 19 Digital

Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de septiembre de 2022 a las 8:47 AM