Compañera Rosario: “No pudieron destruir la fortaleza espiritual del pueblo nicaragüense”

Compañera Rosario: “No pudieron destruir la fortaleza espiritual del pueblo nicaragüense”

Tras concluir el acto por el 39 aniversario de la Fuerza Aérea, la Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua, mencionó que se debe restaurar y recuperar la paz y estabilidad en lo cual se venía avanzando en Cristianismo, Socialismo y Solidaridad.

Compañera Rosario: “No pudieron destruir la fortaleza espiritual del pueblo nicaragüense”

Murillo se refirió a lo expresado por el Comandante Daniel en el discurso central, donde afirmó que los hechos que se dieron del 18 de abril en adelante no explotaron en esa fecha, sino que estaban ahí y aprovecharon las circunstancias del incendio en Indio Maíz o la propuesta de reforma a la Seguridad Social para atentar contra la paz.

“Las personas que han venido siempre atentando contra la paz y el cariño entre los nicaragüenses, que podían destruir la patria; y, de hecho, en ese intento de derrocamiento de un gobierno legítimo, en ese golpe terrorista que todos vivimos, nos destruyeron una buena parte de la patria, pero no pudieron destruir la fortaleza espiritual del pueblo nicaragüense”, aseveró la Vicepresidenta.

En ese sentido, destacó la confianza en esa fuerza espiritual que ha mantenido siempre el pueblo y es lo que siempre aseguró que se alcanzaría la victoria, como se ha alcanzado.

Igualmente señaló que, en medio del agradecimiento a Dios por haber recuperado la paz y seguridad, está el dolor por tanta pérdida de vidas y sangre de nicaragüenses.

Se pide castigo

En sus declaraciones, Rosario hizo referencia a un poema que dice: “Pido castigo. Esos muertos, nuestros muertos. Pido castigo”, dice el poema, “por haber llenado la patria de sangre, pido castigo, por haber aterrorizado a la población nicaragüense, pedimos castigo, por haber secuestrado, torturado, asesinado a tantos hermanos, pedimos castigo, por haber torturado a personas inocentes, pedimos castigo, por el asesinato de mujeres, de hombres, de jóvenes, por el asesinato de hermanos policías, cruelmente torturado antes, pedimos castigo”.

Señaló que se es claro cuando se pide castigo porque no se dice: “pedimos venganza”, no decimos “vámonos a instalar nosotros el terror, no se trata de eso. Se trata de pedir castigo, de reclamar castigo, y de, en todo momento, hacer ver que la sangre de tanto nicaragüense inocente no puede haber corrido en vano. Que la destrucción de Nicaragua puede quedar impune. No hay impunidad para esa barbarie  terrorista, criminal que instalaron en nuestro país. No puede haber impunidad”, aseguró.

Murillo indicó que tiene que haber castigo y justicia, y resulta inverosímil el que se pretenda culpar al gobierno y al Estado nicaragüense de los crímenes provocados por golpistas y terroristas, que fueron cometidos a plena luz del día y noche, a la vista de los nicaragüenses.

Señaló que aquí hay autores intelectuales y materiales, así como quienes financiaron de fuera y de aquí mismo todas las acciones contra el pueblo que provocó derramamiento de sangre.

“Es inverosímil que se diga que el Estado nicaragüense tiene culpa por estos crímenes, por esta barbarie, por el terrorismo que sembraron los golpistas en Nicaragua. La culpa la tiene el golpismo, la responsabilidad la tienen los que financiaron, los que promovieron, los que ejecutaron, los que actuaron”, añadió.

Mucho dolor e indignación

Murillo manifestó que ante tanta sangre derramada no es imposible sentir indignación, dolor y conmoción.

“Creo que no hay familia nicaragüense que no tenga acumulado sentimientos de zozobra, sin perder la fe por supuesto, porque somos un pueblo de fe y de gran  espíritu, como decía también nuestro Comandante, qué es lo que siempre nos dio la certeza de que saldríamos victorioso: el espíritu de nuestro pueblo”, indicó.

“Pero no hay nicaragüense que no tenga en su corazón dolor y secuela psicológica, daño psicológico. ¡Cuánta perversidad la de unos cuantos!”, agregó.

Indicó que a diario recibían las cifras de personas que estaban en los tranques secuestrando a un país y un pueblo entero, “si eso no es pecado, si eso no es delito, ¿qué es entonces?”, se preguntó.

Llamado a la reconciliación y agradecimiento por bendiciones

La Compañera Rosario señaló que gracias a esa fortaleza del pueblo se ha recuperado la paz y seguridad, y se trabaja juntos para seguir adelante.

“A pesar de todos estos dolores, a pesar del conocimiento de la información que tenemos nos llamamos al reencuentro, a la reconciliación, a afianzar la paz, pidiendo justicia”, reiteró.

Igualmente hizo mención que este Primero de agosto en Managua se celebra a Santo Domingo y se le da las gracias a Dios por las bendiciones, como haber recuperado la seguridad y la paz, y por la bendición de vivir en esta patria cristiana, “porque el cristianismo, la fe nos ayuda a todos a fortalecer capacidades y a saber qué es posible vencer el mal, aquí logramos vencer el mal”.

Aseguró que el bien se va imponiendo porque somos un pueblo de paz y bien, y así queremos conservarnos y queremos desarrollarnos. “Y el llamado que nos hacemos es a entendernos,  encontrarnos, reencontrar esas rutas que veníamos recorriendo de convivencia en la comunidad, de reconciliación y consolidar paz y bien todos los días, bien común todos los días, golpes duro, pero aprendizaje también”.

“Creo que todos hemos aprendido y hemos aprendido mucho y ese aprendizaje tenemos que ponerlo en práctica para ir adelante, siempre más allá, sin perder la ternura, sin perder la sonrisa, sin perder la alegría. Por mucho dolor que tengamos, la alegría es un don, es un don de Dios y sin perder, sobre todo, la capacidad de sentir cariño, la capacidad de sentir amor y construir desde el amor, porque es lo que tanto necesita nuestra Nicaragua”, expresó Murillo.

Fuente: El 19 Digital

Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de septiembre de 2022 a las 3:52 PM