Compañera Vicepresidenta envía un mensaje a las madres nicaragüenses

Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua.

La Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta de la República, envió un caluroso saludo a las madres nicaragüenses, quienes este miércoles celebran su día.

 Compañera Vicepresidenta envía un mensaje a las madres nicaragüenses

En su mensaje, la Compañera afirmó que en todo el país estamos unidos anticipando “nuestro abrazo fuerte y comprometido” a nuestras madres.

“Estamos invocando a Dios para que la paz y la seguridad sean, para que el odio cese, para que el cariño nos una en nuestra Nicaragua”.

“Nos fundimos con las madres que han sufrido las pérdidas, el duelo por sus hijos, cuyas vidas han sido cegadas por la insensatez y la violencia, nos fundimos en ese abrazo inmenso, comprometido absolutamente con la justicia y el castigo para los responsables de ese dolor, ese crimen. El día de las madres es día de la celebración de la vida y en estas circunstancias trágicas que nos ha tocado vivir desde el 18 de abril es un día que nos convoca a todos para elevar el amor, privilegiar la vida y la esperanza, y detener el odio y la violencia fratricida. En amor de madre unidos pidiéndole a Dios y podemos empezar a lograrlo”.

“Es un día para seguirnos convocando a Dios y dejar atrás la ira y desde el perdón y la reconciliación trabajar juntos, trabajar unidos como cristianos para evitar más sufrimiento a las madres, a las familias y a toda esta Nicaragua cristiana y solidaria”.

“Mañana 30 de mayo, queridas familias nicaragüenses, nuestro espíritu ensombrecido por tanto acontecimiento desgraciado, clamamos por el poder de Dios sobre nuestros corazones para vivir la sanación, para vivir la sanación, para que las heridas, los sufrimientos, los infortunios cesen y para que todos juntos recuperemos la esperanza desde la fe y la convicción cristiana de que la justicia, la paz, la sensatez, la solidaridad y el encuentro no solo son posibles sino indispensables”.

La Compañera Rosario expresa que “somos uno en el poder infinito del amor de Dios, en el manto protector de la madre María para los católicos y en la voluntad inamovible de tranquilizar nuestra Nicaragua, siempre linda, para que seamos constructores eficaces de diálogo, seguridad y todo lo que abone a la reconciliación, la paz y el trabajo, que tanto necesitamos”.

La Compañera Rosario recordó que los nicaragüenses hemos tenido una patria en paz y que por tanto debemos recuperarla todos juntos.

Oración por el encuentro y la paz

Durante su mensaje la Compañera Rosario leyó una oración que le envía una ciudadana.

“Señor Jesús tu eres nuestra paz, mira nuestra patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad, consuela el dolor de quienes sufren, da acierto a las decisiones de las distintas personas en posición de autoridad, en eminencia. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte”, dice la oración.

“Protege a nuestra familia, a nuestros hijos y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades que como discípulos, como ciudadanos responsables, como hijos de Dios seamos ser protectores de justicia y de paz para que en vos Señor, nuestro pueblo, todos, tengamos vida digna”, agrega.

Un mensaje de amor y no al odio

La Compañera Rosario reiteró el llamado a que cese el odio en Nicaragua y que todos nos entendamos y puedan sanar las heridas.

“Clamamos al Señor para que tengamos la mirada clara, para ver todo lo que debemos de agradecer a Dios en esta Nicaragua donde hemos venido avanzando, gracias a Dios a lo largo de estos 11 años y donde se da una interrupción que mucha gente, como decía yo ayer, todavía no logra entender”, indicó, diciendo que hay que estar listos para enfrentar todos los retos y desafíos con fe, firmeza, fortaleza, confianza y esperanza.

Al finalizar su alocución, la Compañera leyó el conocido poema de Rubén Darío “Amo, amas”, el cual refleja a todas las personas de buen corazón.

Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo:
Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
Amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!

Fuente: El 19 Digital

Esta entrada fue modificada por última vez el 28 de septiembre de 2022 a las 10:38 AM