Cristianismo

Cristianismo

Hace más de 2 mil años,

Jesús lideró la Revolución del Amor.

Revolución cuya meta era, y sigue siendo,

construir un mundo de justicia social para toda la humanidad.

 

El Cristianismo, como expresión religiosa,

ha demostrado ser una fuerza con incidencia política

y de transformación; así lo registra la historia.

 

Su influencia, desde la fe,

tiene un poder enorme sobre el curso de la vida en el planeta.

Y, como en todo,  este poder puede ser  utilizado

para el bien o para el mal.

 

Son los intereses, vicios y virtudes de cada ser humano,

de cada individuo que ostenta algún cargo de autoridad

dentro de su estructura,

los que definen el papel que éste jugará

en el curso de historia que le toca transitar.

 

El Cristianismo, como expresión religiosa

y fuerza con incidencia política en el mundo

tiene el deber de seguir el mandato de Jesús;

velar por los marginados

y dotarlos de herramientas que le permitan enfrentar la injusticia

y luchar por la equidad social e igualdad de oportunidades

para alcanzar el bienestar social y derechos por igual;

raíz de la emancipación hacia la libertad.

 

Solamente cumpliéndose estas condiciones

es que existirá libertad verdadera del individuo y el colectivo social.

Solamente cumpliéndose estas condiciones

es que puede existir un sistema democrático

que empodere realmente al pueblo.

 

En el mundo actual,

donde la lucha más cruenta se da

por la hegemonía global,

el Cristianismo debe velar

por que la humanidad siga el camino

que Jesús señaló para todos.

 

No puede haber poder con ínfulas imperiales

que imponga sus dictámenes y caprichos

por encima de los sueños y derechos de los pueblos,

cuya soberanía y autodeterminación

jamás deben ser aplastados.

 

Los pueblos tienen el derecho

de erigir su propio destino.

 

Recorrer la senda señalada por Jesús

y construir el mundo que soñó para la humanidad

es la meta que nuestra Nicaragua,

nuestra América, Latina y Caribeña,

nuestro Mundo, sufrido y aplastado por tanto tiempo,

debe construir, alcanzar, afianzar y heredar.

 

Juan Carlos Ortega Murillo

Agosto 2022

Esta entrada fue modificada por última vez el 23 de agosto de 2022 a las 3:19 PM