Pese a los resultados del plebiscito, tanto las FARC-EP como el Gobierno de Santos emprenden acciones para seguir el tránsito hacia la paz.
El Gobierno de Colombia y el partido político Centro Democrático (CD), que apoyó el No al acuerdo de paz, dieron este lunes un primer paso hacia sus acercamientos para intentar llegar a un consenso sobre la terminación del conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ratificó a Humberto de la Calle como jefe negociador por parte del Ejecutivo, y designó también para estos contactos a la canciller María Ángela Holguín y al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Por parte de CD, partido del ultraderechista senador colombiano Álvaro Uribe, fueron designados Óscar Iván Zuluaga, Carlos Holmes Trujillo e Iván Duque, todos jefes de debate en defensa del «No» en el plebiscito y tienen la investidura de precandidatos presidenciales.
Este lunes, tras la conformación de los equipos, hubo contactos telefónicos entre algunos de los negociadores y se espera que los encuentros inicien esta misma semana.
Por su parte, la insurgencia colombiana ha abierto la posibilidad de mejorar el acuerdo de paz que fue alcanzado en Cuba.
El máximo líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, informó que están analizando con calma los resultados para buscar una manera de continuar el camino hacia la paz.
«Esto no significa que se ha perdido la batalla por la paz (…) Este resultado nos llena de más entusiasmo, nos compromete mucho más, porque de todas formas hay diversas lecturas y hay que analizarlas para ver en qué hay que rectificar», dijo.
Según medios locales, pese a que el acuerdo de paz fue rechazado en el plebiscito del pasado domingo, en Colombia reina un ambiente de esperanza y de buscar medidas para evitar un retroceso hacia la guerra.
Ante este escenario, el politólogo colombiano Carlos Lozano destacó que es imperativo que se siga trabajando para preservar el proceso pacificador y el espíritu de los acuerdos de La Habana.
El especialista aseguró que los resultados del plebiscito no representan necesariamente un obstáculo para salvar lo construido tras más de cuatro años de Diálogos de Paz entre el Gobierno y las FARC-EP.
«El plebiscito es un acto político más que jurídico, el cual no cancela otras alternativas para abrirle paso a dicho proceso y a la consolidación de los tratos suscritos entre el Ejecutivo y las FARC-EP para terminar la larga confrontación bélica», dijo en entrevista para Prensa Latina.
Asimismo, consideró que lo ideal sería buscar un gran pacto nacional que refleje el interés de toda la sociedad y no uno diseñado en las alturas, sin embargo, añadió que si esto no funciona entonces se podrían poner en práctica otras salidas jurídicas al alcance del presidente Santos.
«Ante esta suerte de impasse tendremos que aguardar por los frutos de los contactos, del amplio diálogo entre quienes negociaron los consensos y los sectores tanto sociales como políticos, incluidos aquellos que resultaron ganadores, aunque por escaso margen, en la contienda plebiscitaria», resaltó.
Sobre el texto de La Habana, Lozado señaló que ve difícil que se hagan modificaciones al acuerdo pero que si puede pensarse en algunos desarrollos, decisiones o precisiones para la aplicación de los consensos.
En contexto
Este domingo el pueblo colombiano acudió a las urnas para someter a votación el acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC–EP), tras más de cuatro años de negociaciones.
Del total de votantes, el 49,78 por ciento sufragó en favor del Sí y el 50,22 por ciento lo hizo por el No.
En el proceso comicial se registró una participación de 37 por ciento y 63 por ciento de abstención. En los estados fronterizos, donde hay mayor impacto del conflicto armado de más de 52 años, ganó la opción del Sí.
Esta entrada fue modificada por última vez el 4 de octubre de 2016 a las 11:17 AM