El Acuerdo de Jurisdicción Transicional de Paz, entre las FARC-EP y el Gobierno colombiano, se ha convertido en un sistema integral para equilibrar perfectamente los puntos clave que pongan fin al conflicto armado, así lo afirmó Camilo González Posso, director del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.
“Era muy difícil lograr combinar diversas posiciones, intereses, temas como la justicia, la no impunidad y este acuerdo efectivamente ha dado respuestas positivas a todos esos aspectos”, resaltó.
González Posso, dejó claro que pese a los grandes avances alcanzados, aún quedan pendientes algunos tópicos que tienen que ver precisamente con la no repetición y que deberán ser abordados necesariamente para conseguir el cese definitivo de la guerra.
“Se ha podido aplicar una fórmula de justicia restaurativa, y no de justicia carcelaria. Se ha pensado en la sociedad y sostenibilidad de la Paz y ese debe ser el sentido del mecanismo que se ha aprobado”, agregó.
El catedrático colombiano valoró que ambas partes sumen esfuerzos por desmantelar a bandas paramilitares que, sin duda, han perturbado y representan una amenaza para alcanzar los objetivos finales del acuerdo.
“En la institución que yo presido se acaba de presentar un informe que da cuenta de más de 300 municipios con presencia de estos grupos que establecen dictaduras militares, siembran el terror, usurpan los poderes locales, y son una contradicción absoluta de la democracia”, aseguró.
El también exministro de esa nación, informó que más de 17 mil propuestas han llegado a las mesas de diálogo que se llevan a la Habana, Cuba, por parte de movimientos sociales y víctimas del conflicto.
“El mensaje central es el respaldo a los acuerdos de Paz. Las víctimas entienden que la no repetición y la Paz son la mayor garantía para la reparación integral. No tendría ningún sentido sino se sigue este camino”, explicó.
Por último, González Posso recordó que ante la eminente refrendación de los acuerdos, las voces de las víctimas se harán sentir frente a una polarización en el país que, a su juicio, se está disolviendo.
“Más de 65 por ciento aprueba los acuerdos y en la actualidad se aprecia una transformación de conciencia que se refleja en el optimismo que tienen millones de colombianos”, sentenció.
Desde 2012 se llevan a cabo los diálogos de paz en la Habana, Cuba, pero fue el pasado mes de septiembre que se firmó un preacuerdo de trece puntos entre las FARC-EP y gobierno, para lograr poner fin al conflicto de ese país, que tiene más de 70 años de historia.
Para las guerrilla uno de los objetivos más importantes es que se le sea reconocido como un movimiento político en Colombia, además colabora con propuestas que ponen fin al paramilitarismo en esa nación suramericana, acción que ha causado miles de desplazamientos especialmente, en los campos.
Esta entrada fue modificada por última vez el 16 de diciembre de 2015 a las 10:12 AM