Rafa Benítez se despidió ayer del madridismo, del club y los jugadores por carta. A estos dos últimos estamentos no quiere ni verlos, por eso elegió la forma más sencilla y elegante de decir adiós sin tener que hacer un paripé.
El ya ex entrenador del Real Madrid se vuelve a Liverpool muy enfadado, dolido y decepcionado con el trato que le han brindado tanto los que mandan en los despachos como los jugadores. Se siente maltratado y por eso ni siquiera quiso despedirse personalmente de los que hace menos de 48 horas eran sus compañeros de trabajo.
Benítez no se esperaba el despido. O al menos eso dice a la gente de su entorno. El entrenador madrileño creyó que todas las informaciones que salían en la prensa formaban parte de una campaña que el tiempo le ha demostrado que no era tal, sino veraces informaciones que salían del propio club y del propio vestuario.
Por eso está tan dolido. Creyó a Florentino cuando le ratificó tres veces y, el pasado lunes, ni siquiera le dijeron que estaba despedido cuando Zinedine Zidane ya estaba en el Santiago Bernabéu ultimando los detalles de su incorporación a la primera plantilla. El madrileño se enteró por la prensa de que dejaría de ser el entrenador del Real Madrid. Imposible un despido más cruel.
Ni un cariño de sus jugadores
Ni un cariño de sus jugadores
Rafa se despidió ayer del equipo de sus amores con una elegante carta. Sin decir una palabra más alta que otra, sin mostrar rencor hacia los jugadores. Les deseó suerte, así como a Zinedine Zidane. También se acordó de la Junta Directiva y de los trabajadores del club. Un mensaje políticamente correcto, aunque por dentro echa humo por cómo se ha producido su relevo en el banquillo y por la manera que le ha tratado un amplio sector del vestuario.
Benítez no se lleva del Real Madrid ni una sola muestra de cariño de sus futbolistas. Sólo Luka Modric, en su cuenta oficial de Instagram, dio a me gusta a un post de despedida a Rafa que hizo un aficionado. El resto, ni un triste mensaje en las redes sociales, muestra de que las relaciones estaban más que rotas.
Benítez siente que el vestuario no le dio una oportunidad y que Florentino ha cedido ante la presión de los jugadores con más peso en un vestuario que siempre echó de menos a Ancelotti.
Esta entrada fue modificada por última vez el 6 de enero de 2016 a las 8:32 AM