Tiempos para reflexionar, evaluar y proyectar metas

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1)
El escritor de Eclesiastés dedica buena parte del capítulo tres a disertar sobre el tiempo y lo que hacemos o no hacemos, de ahí la máxima bíblica que “todo tiene su tiempo”.

Al concluir el año 2022 es oportuno y necesario reflexionar sobre lo transitado. Recordemos que al iniciar el año 2022, todos nosotros recibimos una página en blanco la que será entrega al Señor del tiempo antes de iniciar el 2023 En esa página está escrito, todo lo que hicimos (bueno o malo, positivo o negativo) incluso en ella están escritas las cosas que no hicimos.

Desde esa perspectiva real de la vida, es importante, es necesario reflexionar y evaluar nuestro comportamiento, nuestra actitud hacia Dios y hacia el prójimo. Esa auto evaluación debe hacerse con honestidad y sinceridad. ¿Preguntémonos cómo fue mi actitud como esposo o esposa, como padre o como hijo, como hermano o hermana, como amigo o amiga, como jefe y como trabajador, como comerciante vendí el producto con la pesa justa o alterada?

La autoevaluación es transversal en el campo de las relaciones familiares, comerciales, políticas y religiosas. Preguntémonos: En este año busque el bien propio o el bien de los demás, predique la palabra por negocio o por compromiso con el reino, hable con verdad o con engaños, hice promesas que no cumplí. Sobre todo, esto y mucho más es necesario reflexionar y evaluar.

Nuestra conciencia que es el termómetro y el semáforo del alma si aún no está anestesiada puede indicarnos mediante el sentimiento si somos indiferentes o solidarios, si somos egoístas o fraternos. En los casos donde ya la conciencia está muerta está no responde a ningún estímulo, no reacciona frente a ninguna circunstancia. Personas sin conciencia que han construido su propia cárcel o su propia tumba, seres irresolutos de quienes la Palabra Bíblica se refiere como “contumaces e impíos” Todos hemos pecado y todos hemos fallado. La diferencia es que hay quienes valientemente se levantan y cambian, mientras otros se quedan en el cieno comiendo con los cerdos de la escoria humana.

El hijo prodigo no comida cerdos, sino que comía con los cerdos, pero reflexiono, se levantó y se proyectó: “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. (San Lucas 15: 18-20).

Que en este año 2023 que Dios en su infinito amor y misericordia nos permite iniciar podamos proyectarnos hacia una nueva dimensión, como dijo el apóstol “ superando todo lo que queda atrás, prosigo a la meta…Nicaragua necesita de hombre y mujeres con carácter, con principios con valores, promotores e impulsores de la paz y la armonía, abanderados del amor y la justicia que sigamos construyendo una nación grande y fuerte, temerosa de Dios, donde amemos a Dios por sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Procuremos hacer el bien y ser felices.

Rvdo. Miguel Ángel Casco González
Presidente de la Coordinadora Evangélica y de la Comunidad de Fe

 

Esta entrada fue modificada por última vez el 31 de diciembre de 2022 a las 3:08 PM