Las 9 mayores mentiras sobre las grasas

Mito número 1: comer grasa engorda

La grasa que ingieres es muy diferente a la que tu cuerpo guarda como reserva. Debido a que a tu cuerpo le lleva tiempo digerir la grasa, los nutrientes que has tomado te ayudan a mantenerte llena y a evitar comer otros (de cualquier tipo) que tu cuerpo acumula como grasa. Es decir, que comer grasa puede, en realidad, ayudarte a adelgazar. De hecho, comer mucho lleva a ganar peso (y los carbohidratos refinados, que incrementan tu apetito, suelen ser los culpables, afirma Robert Lusting, M.D., profesor de la Universidad de Medicina de California, San Francisco). Al igual que los carbohidratos y las proteínas, la grasa es otro tipo de nutriente. Facilita la absorción de vitaminas responsables de la salud de tu piel y pelo, y se descompone en los aceites grasos esenciales sin los que tu cerebro no podría pensar con claridad. Por tanto, comer grasa no es una opción, sino una necesidad.

Mito número 2: hay dos tipos de grasa: sana y no sana

Puedes haber oído que las grasas saturadas y trans son malas, y las no saturadas buenas para tu salud. En realidad, es un poco más complicado que eso: hay siete tipos diferentes de grasas desde la sana a la semi-destructiva, y solo tienes que centrarte en no ingerir estas últimas, es decir,las trans.

Mito número 3: las grasas trans no te matarán

Las grasas se pueden acumular en tu sistema –por lo que, incluso las más pequeñas cantidades, pueden acortar tu vida. Esto pasa, según el Dr. Lusting, debido a que las bacterias no pueden digerir bien las grasas trans. El problema con estas grasas es que, debido a que no pueden ser digeridas, se acumulan en las arterias y el hígado, creando una situación peligrosa que parece aumentar el riesgo de muerte por enfermedad coronaria y cardiovascular, según un estudio recientemente publicado en la revista médica BMJ.

Mito número 4: es bueno comer alimentos con “0 gramos de grasas trans” en la etiqueta

Aunque hay que intentar evitarlas, los alimentos que contienen menos de 0,5 gramos de grasas trans por porción pueden poner (legalmente) en las etiquetas que contienen 0%. La mejor manera de evitar las grasas trans es mirar las etiquetas y buscar la proporción de “aceite parcialmente hidrogenado”. Si lo ves, el producto contiene grasas trans.

Mito número 5: cuantas menos grasas saturadas, mejor

Aunque durante años hemos estado evitando las grasas saturadas, según el Dr. Lustig, no causan enfermedades cardiovasculares. Aunque las personas que comen más grasas saturadas provenientes de las carnes grasas y la mantequilla tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades del corazón que las que menos, reemplazar esas grasas saturadas por carbohidratos refinados y azúcares añadidos (cereales azucarados en vez debacon para desayunar) te pone en el mismo nivel de peligro, según un estudio recientemente publicado en Journal of the American College of Cardiology. Los autores del estudio dicen que una dieta rica en carbohidratos refinados es tan peligrosa como una llena de grasas saturadas porque los carbohidratos se almacenan tan fácilmente como las grasas. Dicho esto, si eres capaz de comer menos grasas saturadas, más saludables y granos enteros, podrías reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 25%.

Mito número 6: los productos lácteos con grasa no son saludables

Las investigaciones sugieren que los productos lácteos contienen una forma única de grasa que puede ser absorbida de manera diferente a la de otros alimentos. Las personas que toman productos lácteos con grasa (o una mezcla, como las leches semis), son menos propensas a tener sobrepeso, tensión alta o diabetes tipo 2 y más probabilidades de vivir durante más tiempo que el resto.

Mito número 7: el aceite de oliva es el aceite más sano

Es muy saludable, sobre todo si no se calienta, afirma el Dr. Lustig. Con las altas temperaturas, las grasas monoinsaturadas del aceite pueden transformarse en grasas saturadas o trans. En cambio, el cacahuete, aguacate y aceite de sésamo funcionan bien con el calor.

Mito número 8: los aliños hacen de las ensaladas un menú poco sano porque están llenas de grasa

 Tu cuerpo necesita grasas para absorber los nutrientes esenciales de los ingredientes más sanos de tu ensalada. Por lo que si no le añades ninguna grasa a tu ensalada, no le estarás haciendo ningún tipo de favor a tu cuerpo.

Mito número 9: el cardio quema grasas

No de inmediato. El hígado mantiene cerca de 1.000 calorías en todo momento y tienes que comenzar a quemar esa grasa antes de que tu cuerpo empiece a consumirla como combustible, dice el Dr. Lustig. Debido a que la mayoría de los ejercicios cardiovasculares queman menos de 1.000 calorías en una hora, el cardio no acabará necesariamente con tu grasa corporal. Si lo que quieres quemar es justamente esto, no es tan importante preocuparse por el tipo de ejercicio, sino más bien por llevar una vida más activa.

 

Fuente: Cosmopolitan.com

Esta entrada fue modificada por última vez el 16 de diciembre de 2015 a las 10:03 AM