Por Geraldina Colotti, Resumen de Medio Oriente, 31 de enero de 2024.
“Israel” lanzó una nueva y poderosa bomba, esta vez política y diplomática, contra los palestinos, a lo que inmediatamente respondieron los principales patrocinadores del régimen sionista: Estados Unidos y los países de la Unión Europea. Se trata de la acusación formulada por el régime sionista contra 12 empleados de la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA) de haber participado en los ataques de Hamás y la resistencia palestina el 7 de octubre del año pasado.
Tel Aviv pidió la dimisión del diplomático italo-suizo Philippe Lazzarini, comisario general de la UNRWA. Lazzarini rescindió los contratos de 9 empleados (el duodécimo murió bajo los bombardeos israelíes y dos no han sido identificados), a la espera de una investigación “para esclarecer los hechos”. La UE ha pedido a la UNRWA “plena transparencia”. En una nota, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, declaró que la Comisión Europea “evaluará los pasos a seguir y extraerá lecciones basadas en los resultados de una investigación completa y exhaustiva”, ya que la UNRWA “ha desempeñado un papel vital en el apoyo a los refugiados palestinos vulnerables para que accedan a servicios vitales como la educación y la salud durante muchos años, y es un socio crucial de la comunidad internacional”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido a los Estados que “garanticen la continuidad” de la Agencia para los Refugiados Palestinos, mientras muchas organizaciones humanitarias definen la decisión como “una tragedia dentro de una tragedia”.
La Agencia para los Refugiados, creada por la resolución 302 de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 8 de diciembre de 1949 y operativa desde el 1 de mayo de 1950, proporciona ayuda a más de 5 millones de refugiados en los territorios ocupados, el Líbano, Siria y Jordania. Es uno de los mayores socios de la UE en Cisjordania y Gaza.
Sólo en 2023, Bruselas aportó 92 millones de euros a las actividades de la UNRWA. El principal donante es el gobierno norteamericano que, en 2022, financió el trabajo de la UNRWA por más de 340 millones de dólares. Los ataques a la agencia, todavían, han ido creciendo en los años por la presión del regime sionista sobre sus aliados.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL
Durante el mandato de Donald Trump, “Israel” vio aceptada su tesis que la Agencia para los Refugiados mantiene abierta la esperanza de un regreso de los palestinos a su tierra de origen, tal como establece la Resolución 194 de la ONU, y tiene que ser eliminada. Trump ha recortado los fondos para la agencia y ha pedido su cierre. Una medida que ha encontrado aliados en líderes políticos de varios países occidentales, incluida Italia. Biden reanudó la financiación después de 2020, pero ahora la suspendió.
Hace unos días, Alemania – el tercer financista – había aprobado otros 7 millones de euros a favor del Comité Internacional de la Cruz Roja y de Unicef. Ahora, sin embargo, ha anunciado que suspenderá las ayudas, como ya han hecho Italia, Francia, Reino Unido, Finlandia, y Países Bajos, sumándose a la decisión adoptada por EE.UU., Canadá y Australia, a pocas horas de la “denuncia” de Tel Aviv. Y después se ha sumado Suecia. Canadá indicó la forma más hipócrita de deslegitimar a la UNRWA (y negar así que la cuestión palestina requiera un organismo de apoyo específico): confirmó el recorte a la Agencia para los Refugiados, pero anunció que pagará 28,9 millones de dólares a Unicef, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Programa Mundial de Alimentos.
Para construir esta operación, el Mossad, el servicio secreto sionista, trabajó desde una de sus “ONG” en Suiza, “Un Watch”, con sede en Ginebra. Después del 7 de octubre, Un Watch “vigiló” los mensajes del canal de telegram de la UNRWA en Gaza, encontrando “comentarios anti-semíticos” a favor de Hamás. El canal es un chat no oficial de alrededor de 3.200 miembros, en su mayoría trabajadores de agencias de la ONU que se encuentran en Gaza y que viven bajo los bombardeos y las persecuciones del ocupante que, hasta ahora, ha matado a más de 26.751 personas, más de un tercio de las cuales son niños. Y hay más de 8.000 bajos los escombros.
La decisión estadounidense se produjo apenas una hora después de la primera sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que en La Haya definió como “plausible” la acusación de “genocidio” en Gaza e invitó al régimen sionista a permitir la entrada de ayuda humanitaria. Un pronunciamiento considerado “historico”. La decisión de Alemania, Italia y otros países de la UE llegó en las siguientes horas.
La cuestión de Palestina, que está movilizando las calles de Europa y del mundo, a pesar de la presión del régimen sionista, divide a los gobiernos de la UE. El bloque de los 27 es el principal socio comercial de “Israel”, donde la Unión Europea exporta casi el 32% de sus productos y del que importa más del 25,6% de sus bienes. “Israel” también exporta el 29% de sus armas y sistemas de inteligencia a países europeos. Un comercio creciente que los movimientos que apoyan a Palestina, y muchos de lo que respaldaron la denuncia de Sudáfrica quisieran ver bloqueado y no financiado: como primera medida de embargo para detener el genocidio.
La prevalencia de gobiernos conservadores en la UE y su subordinación a la OTAN, sin embargo, impide un mínimo de coherencia con respecto a la alardeada retórica sobre los “derechos humanos”, incluso frente al hecho de que, liderando el genocidio de los palestinos, es una figura como Netanyahu, y que su gobierno es el más fascista y religioso de la historia del régimen sionista.
Esto se vio con las reacciones al pronunciamiento de la CIG, institución jurídica que, a pesar de haber actuado siempre según la agenda imperialista occidental, tuvo que reconocer las pruebas incontrovertibles presentadas por Sudáfrica. Aunque no tuvo el coraje de pedir un alto el fuego inmediato, la CIG no cerró la denuncia y, por primera vez en la historia, la entidad sionista, acostumbrada a situarse por encima de la ley, apareció en el banquillo de los acusados. Y esto ha tenido un gran impacto.
Alemania encabezó el grupo de partidarios incondicionales de “Israel”. Una posición apenas contrarrestada por la acción diplomática de España, que ejerció la presidencia de turno del Consejo de Ministros de la UE en el último semestre del año pasado, y de Bélgica, que la ocupa en el actual semestre.
PLAN DE PAZ
En cambio, Irlanda, ahora gobernada por la derecha, ha pasado del apoyo histórico a la causa palestina a negarse a apoyar la denuncia de Sudáfrica ante la CIJ. Y aunque la Comisión Europea y la secretaría general de la ONU han pedido que se reconozca el carácter vinculante de las ordenanzas de la CIG, tanto Borrel como Guterres fueron atacados por sus declaraciones contra los “excesos” del régimen sionista.
EE.UU. ha enviado al jefe de la CIA, William Burns, a París para discutir un proyecto de acuerdo para alcanzar un alto el fuego parcial, nuevamente rechazado por Netanyahu, que ha enviado al jefe del Mossad, David Barnea, a reunirse con delegaciones de Estados Unidos, Qatar y Egipto. La UE tiene listo un borrador en doces puntos (que no es – dijo Borrell – un plan de paz).
El borrador prevé, entre otras cosas, una conferencia internacional de paz y, como punto final, sostiene que el desarrollo del plan debe ir “acompañado de esfuerzos paralelos”: por ejemplo, el fin de la guerra actual, la garantía de la recuperación, la reconstrucción de Gaza y las comunidades afectadas en el sur de Israel, y fortalecer la legitimidad democrática de la Autoridad Palestina.
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También está sobre la mesa de los “acuerdos” el intento sionista de excluir a la UNRWA de la “reconstrucción” de Gaza, un negocio económico-político que Netanyahu pretende gestionar en su beneficio, junto con sus aliados más fieles. Su ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, fue explícito: “Israel intentará impedir que la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos opere en Gaza después de la guerra – ha afirmado – La UNRWA perpetúa la cuestión de los refugiados, obstaculiza la paz y actúa como el brazo civil de Hamás en Gaza”, prosiguió Katz, instando a las Naciones Unidas a lanzar sanciones contra los líderes de la agencia para los refugiados.
Pero, mientras tanto, la oposición al régimen de Netanyahu está creciendo incluso en el propio “Israel”. Las familias de los ocupantes hechos prisioneros el 7 de octubre por Hamás, que pide canjearlos por prisioneros palestinos retenidos en condiciones inhumanas en las carceles sionistas, protestan cada semana y se enfrentan con la policía, y con los colonos que alimentan la política genocida, y que tratan de impedir que la ayuda humanitaria entre por los pasos fronterizos.
Esta entrada fue modificada por última vez el 1 de febrero de 2024 a las 1:46 PM
