Historia de amor de padre e hijo: 29 años de trasplante renal

Foto Cortesía / Aldo Díaz Lacayo y Xavier Díaz-Lacayo

Desde nuestro hogar, en comunión con los demás familiares y cercanos amados, estamos celebrando 29 años de transformación de calidad de vida de mi padre gracias al éxito del trasplante de un riñón que pude donarle en México, en 1993, cuando su insuficiencia renal lo tenía condenado a practicarse una Diálisis -Peritoneal- cada ocho horas.

Sus riñones habían perdido su capacidad de filtrar toxinas de la sangre para desecharlas. Como dato de interés, una persona normal, con sus funciones renales adecuadas, filtra alrededor de media taza de sangre por minuto. Para mantener a mi padre con vida, le introdujeron una sonda suave hasta su cavidad abdominal para poder llenarla y vaciarla con un líquido limpiador del desecho -repito- cada ocho horas, tres veces al día.

Ya haber llegado a la instalación del catéter era otra historia aparte. Entre 1991 y 1992, mi padre fue -erróneamente- diagnosticado acá en Managua: cancer en la médula ósea. Mi tío Marvin, su hermano, es oncólogo en Florida y yéndose a revisar allá, después del chequeo me llama y me dice: “hijo, no tengo cancer (…), tampoco tengo riñones (…), debo trasplantarme uno (…). Mi respuesta -como acto reflejo- fue una pregunta: “cuál de los dos querés?”. No me dijo nada, solo la carcajada de alivio. Vino con el catéter y así pasó uno de los dos años que se tiene por expectativa de vida con ese tipo de diálisis. Hasta que nos operamos.

Anécdotas Análogas

El gobierno de Doña Violeta estaba de luna de miel con el de Estados Unidos, y a pesar de la reputación política y diplomática de mi padre en Latinoamérica, funcionarios nacionales lo filtraron a la embajada gringa en Managua en una “lista de cien terroristas”, sugiriendo que les quitaran las visas de entrada a ese País. Los gringos no les tomaron en serio ese acto entreguista. Los medios le pidieron opinión y él respondió el hoy vigente “jamás me había sentido tan elevadamente honrado, tan orgulloso”. Ante esa infamia solo me queda refrescar a Sandino que citaba: “Pero la incomprensión de los hombres, solamente es un tránsito de la vida universal: y cuando la mayoría de la humanidad conozca de que vive por el Espíritu, se acabará para siempre la injusticia y solamente podrá reinar la Justicia Divina: única hija del Amor”.

Fue ésa reputación y la cercana amistad con Luis Donaldo Colosio la que nos consiguió de la mano de Dios y su Justicia Divina concursar en ese País hermano los análisis de compatibilidad y luego la cirugía que estamos conmemorando. Las opciones eran Mexico y Cuba. Ambos con excelencia. De Nicaragua -entonces- se decía: “acá no hay trasplantes ni de árboles (…)”

La Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPPAL) tenía por presidente a Colosio (PRI); por Vice y por Secretario, a Tomás y a mi padre, respectivamente (FSLN). En el mismo 1993 celebraron una cumbre en México donde Daniel llegó representándonos -pues nos había garantizado como pueblo a gobernar desde abajo- pese a la fraudulencia neoliberal. Daniel, Tomás y Colosio alentaron a mi padre en la cumbre, en convalecencia, a seguir argumentando la causa del FSLN -y de la Dignidad Latinoamericana- hacia el mundo. Por esa filosofía, siendo candidato presidencial, Colosio fue asesinado en 1994 por mafias organizadas que trafican drogas a Estados Unidos y armas desde ese País a los demás criminales del planeta.

La donación de órganos y otros tejidos te humaniza

Siempre me he sentido muy orgulloso de mi padre y ha sido un privilegio seguir sus pasos en los aspectos ideológicos, patrióticos, intelectuales, pero sobretodo humanísticos. Esta conmemoración de amor, invita a reflexionar de una forma auténtica y profunda sobre esta acción de crecimiento que como ser humano puede conquistarse: Donar Vida. Mejorar Vidas.

También me siento muy orgulloso de nuestro pueblo. Por eso, la experiencia de donación es el mayor regalo formativo que me ha hecho mi padre: merecer el privilegio de hacerle una convocatoria al mismo pueblo, a partir del ejemplo. Con humilde autoridad moral.

Más allá que el término “Donación de Órganos” esté definido como “un gesto altruista, considerado como el mayor acto de bondad entre los seres humanos”, hoy quiero animarte a Donar Órganos y Otros Tejidos que puedan salvar vidas de otras personas como una acción de amor y solidaridad desinteresada. En la actualidad hay miles de personas que para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan de un trasplante. Cuantos más donantes existamos, mayor el número de vidas que podrán salvarse o mejorarse.

Gracias a esta etapa de mi vida -además de otras etapas llenas de dolor- he fructificado una espiritualidad encontrada en el servicio a los demás. Decidí orientar mis capacidades al cultivo del bien y el bienestar común desde la calidad y la eficiencia. A rescatar y promover principios de vida y valores humanos que agreguen otros valores a otros humanos. Crecidos y multiplicados.

MERCADO ILEGAL: CURIOSO FACTOR DE RIESGO DEL MUNDO CAPITALISTA

El tráfico de órganos es una modalidad del delito de la trata de personas. Consiste en la venta, donación y transporte de órganos por lucro económico; ya sea desde la persona a quien se le realizará el trasplante o desde miembros de organizaciones delictivas.

Se cree que el riñón que constituye hasta el 75% del mercado ilegal de órganos. El principal motivo de que el tráfico ilegal exista en el mundo se debe a las enormes listas de espera. En la Unión Europea se realizan cada año unos 30.000 trasplantes, pero aun así casi 70.000 personas siguen esperando un órgano a día de hoy en esa región y más de 100,000 en los Estados Unidos.

REVOLUCIÓN: TENEMOS CONDICIONES DE NACIÓN

Ya en nuestro País gozamos de hospitales, equipos, experiencia y la gratuidad de los recursos al alcance de la población en temas de trasplante, particularmente del renal. Tenemos niveles de organización, control y orden en la gestión local de gabinetes ciudadanos que permitirían elevar una cruzada por la vida y la mejora de la calidad de vida para animarnos a reproducir y consolidar una conciencia generalizada en Nicaragua en el tema de la donación de órganos.

Gozamos de lo más importante: las garantías de paz, estabilidad y la seguridad ciudadana y humana para un pueblo soberano con muros de contención contra el crimen organizado.

En la visón de futuro que tiene el País se podría mejorar de forma continua el tema de la formulación y combinación de políticas públicas que integren el desarrollo humano desde este indicador. No solo al desde la Gestión del Estado, sino desde la responsabilidad multisectorial representativa para promover la decisión individual por ser donante. Por salvar y mejorar vidas.

DEL TRASPLANTE RENAL A LOS PRIMEROS PASOS DE OTRAS DISCIPLINAS

Conservando nuestra encomienda a Dios y ponderando la libertad de optar a esta maravillosa siembra, podemos ampliar la facilidad, la documentación y el orden de los registros de quienes deseen ser donantes -en vida o al fallecer- de riñón y otros órganos. Puede ser donante de riñón -o de órganos- toda persona que en vida decida que, a su muerte -o en vida- sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. La firma de la familia para proceder es el consentimiento familiar. Así incorporamos este respeto al Modelo Individuo, Familia, Comunidad.

Nos benefician los avances médicos tanto con nuestros referentes latinoamericanos como con las potencias mundiales con las que integramos Alianzas de Solidaridad y Complementariedad entre los Pueblos y Revoluciones.

Además del riñón, se pueden obtener también tejidos, igualmente muy necesarios, como hueso, las córneas y las válvulas cardíacas. Los otros órganos que se pueden donar son el hígado, el corazón, el páncreas, el estómago, el intestino y los pulmones. La posibilidad de éxito se eleva con el aumento y mejora de Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales donde se realiza la preservación de los órganos, las pruebas y una correcta valoración de cada potencial donante.

LOS MILAGROS ALREDEDOR DE NUESTRA EXPERIENCIA PARTICULAR

Hay promesa divina en el dar. Mi recompensa es que hoy gozo a mi padre con 85 años, superando las expectativas de vida de los receptores de riñón a nivel mundial en un doble y hasta en un triple de las estadísticas. Los trasplantes de donante fallecido (60%) duran de 10 a 15 años en promedio antes de necesitar otro riñón, mientras que los de donante vivo (40%) duran de 15 a 20 años en promedio.

También la recompensa de la satisfacción al grado de realización por aportar a las condiciones de desarrollo que se asimilan como desafío en esta segunda etapa de nuestra Revolución. Para difundirla. Para defenderla.

Pero de seguro te comparto, que mi mayor recompensa es que hoy que soy Padre, puedo entender la plenitud que se siente de estar respaldado por un hijo, porque tengo dos niñas que me aman. Hoy entiendo aquella carcajada de alivio de mi Padre en esta historia de amor; carcajada de fe que abrió las garantías de lo que hoy celebramos contra todo pronóstico humano.

Gracias Jesús. Gracias Papá. Gracias a quienes nos respetan y nos aman. Managua, 15 de abril de 2022